El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.
Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.
Fernando Lago
Señor, y amigo Tío Chinto, yo, que llevo viviendo en Barcelona desde el año setenta del siglo pasado le quiero comunicar que llevo unos cuarenta años sin comprar prensa catalana y por dos motivos fundamentales, aunque hay más, a saber: 1º, no compro prensa catalana por motivos sexuales, no me sale de las gónadas; 2º, no compro prensa catalana por higiene mental. Motivos que transmití a mis hijos y que consideran buenos.
ResponderEliminarUna cosa que he notado, Tío Chinto, con esto de la crisis, ¿se ha dado Vd. cuenta que en La Vanguardia no ha habido noticia ni de despidos, ni de bajadas de sueldo, ni de huelgas por estas cosas? Eso es mismamente debido a que el Conde de Godó es mago.