Caraporco Sindicale, incansable defensor de la igualdad social, firme luchador por los derechos de la clase obrera, que, en años precedentes, padeció persecución, encarcelamiento y tortura, ocupa hoy un humilde despacho, de 20.000 metros cuadrados, en el madrileño barrio obrero de Puerta de Hierro. El modesto despacho de Caraporco Sindicale dispone de piscina, pantalla de cine, dos discotecas, un gimnasio, catorce secretarias, una gran mesa con veintidós teléfonos, y un enorme retrato enmarcado de Paul Churches, fundador de su cuadrilla obrera.
Caraporco Sindicale trabaja, sin descanso, en su modesto despacho, en la preparación de la huelga general que anuncia ya para otoño. Su cuerpo grasiento, curtido en mil batallas gastronómicas, aparece desnudo, sobre un flotador, en el centro de la piscina. Caraporco Sindicale se entrega, con pasión, a la lectura de una revista pornográfica, tratando de recoger ideas acerca de cómo joder a la clase obrera.
Lajo Demos
Pues Cara Porco se puede ir, cómo todos sus congéneres a tomar muchísimo por el culo. Con todos mis respetos hacía los que dicen ser obreros cuando viven a costa de todos ellos.
ResponderEliminarUn saludazo.
Los sindicatos tuvieron su gran época; hoy podrían desaparecer, y no se perdería gran cosa. Están completamente descalificados por la sociedad. Creo que el Gobierno de Rajoy debería echarle un par de narices, y cargárselos de un plumazo. Eso ganaríamos todos.
EliminarUn cordial saludazo.
Hola, Chinto:
ResponderEliminarCaraporco y los suyos van a seguir defendiendo sus prebendas, que no los derechos de los obreros.
Cierto que Rajoy, con su disparatado recorte anunciado en el discurso de la ira, se lo ha puesto todo a huevo, hasta tal punto de que se sumarían a las movilizaciones, si pudiesen, los propios muertos, porque el IVA sube al 21% en los sepelios.
Es decir: como se persigue a los herederos con una ley sucesoria que no tiene justificación, esta nueva persecución a los muertos debería desencadenar ya una protesta general de los ciudadanos que me resisto a que la capitanee un Caraporco con sinecuras parecidas a las de ciertos políticos que han acabado con el litoral, a los que pretende salvar ahora Arias Cañete, otro caraporco.
Un abrazo
Esta vez soy yo, amigo Xesús, quien descubre en ti rasgos de humor galaico. Efectivamente, con los nuevos recortes anunciados por el Gobierno se le quitan a uno las ganas de morirse. Apuntan al muerto, y el tiro se lo lleva el vivo.
EliminarParece ser que estas medidas van a solucionar muy poco, y, en cambio, servirán de pretexto, a Caraporco y compañía, para poner en danza a su mantenida tropa. Se anuncia un otoño calentito que no nos traerá nada bueno.
Un cordial saludo.
Sí. Y hasta es posible que Caraporco y sus colegas se dediquen al onanismo recreando la posibilidad de una nueva exibición impúdica de cinismo puro y duro.
ResponderEliminarEs lo suyo. Están hechos de cinismo y mala leche, Candela, y, por defender los muchos privilegios que a lo largo de los años han ido acumulando, llegarán a la hipocresía de asegurar que defienden los derechos de la clase trabajadora. ¡La piara saldrá de la pocilga!
EliminarPara mi Caraporco y sus piaras.Alimentadas con bellotas o Euros.por el ciudadano,Nada tienen que decir,Y menos montar una Huelga General,Pero ojo,Algo se tiene que hacer para parar al Gobierno del PP,un saludo,
ResponderEliminarCaraporco se encuentra tan desprestigiado que no se entiende, amigo Agustín, que pueda sacar a la calle a quienes no sean de la piara. Veremos qué pasa en otoño. Andamos todos muy descontentos con estas medidas tomadas por el Gobierno.
EliminarUn cordial saludo.
¿Le paga a la Sgae por esas dos discotecas o se lo pasa por el forro?
ResponderEliminarSería cosa de enterarse, Xad Mar; pero presumo que Caraporco prefiere quedarse lo mucho que roba, antes que dárselo a otro ladrón.
EliminarTanto despacho para luego hacer lo que podría hacer tranquilo en su cochiquera.
ResponderEliminarA ver si al río revuelto..... Los mineros no les recibieron precisamente con besos y abrazos, Cayo se llevo un jarro de agua de los perroflautis y como en otoño bajen las marías con los carros de la compra y los paraguas no les arriendo la ganancia.
Saluditos.
El otoño promete grandes festejos, amigo Zorrete. El pueblo está que trina -¡con razón!- y hay mucho vivido, en los sindicatos y en los partidos de izquierda, con ganas de armarla bien armada. Si estas medidas tan duras las hubiera tomado el Gobierno de Zapatero, Caraporco estaría calladito; pero, como son obra de Rajoy, ensaya sus mejores gruñidos.
EliminarUn cordial saludito.
Estamos ante la dictadura del lenguaje de la que hablaba Orwell, Tío Chinto. La defensa de los obreros no es más que su perdición y la lucha por los derechos no pasa de simple contubernio para la perpetuación de los privilegios de casta.
ResponderEliminarEl problema es que son muchos los que creen que Don Caraporco se estruja los sesos en su nombre.
Un abrazo, artista.
Dices muy bien, amigo Herep. Orwell está hoy más vivo que nunca. Sus ficciones, para nosotros al menos, toman cuerpo a nuestro alrededor.
Eliminar¡Parece mentira que siga habiendo gente que crea en la sinceridad de la tropa sindical!
Un cordial abrazo.
¡Molto Bene Caro Tío Chinto e Amicco Lajo Demos!¡Il POrco Mascalzonatto E Veramente Caraporco e Miserábile Condottiero della Sua FAMILIA!
ResponderEliminar¡Mala Morte e Condenazzion Li Donne Il Diábolo Asmodeo!
Salutti Afettuosi,¡Per le Giustizia e la Vera Rivoluzzione Do POpolo Espagolo!
Bezoya in Alti
e
¡¡RIAU RIAU!!
¡Ja-ja-ja-ja-já! ¡Caramba, amigo Old Nick! También le dais a la lengua de Dante y Petrarca, de manera macarrónica, eso sí, pero con mucha gracia.
EliminarEsta vez brindaremos, al itálico modo, con Bezoya de la fontana. ¡Brindis pues, cordial abrazo y ¡¡RIAU RIAU!!
Y Aprovecho Para Comunicar a Voacedes, Amigos, Que Mi Blog Poesía satírica General, Cumple Hoy, DOS AÑOS DE VIDA.
ResponderEliminarAsí Que Quedan Invitados a Una Ronda VIRTUAL.
¡Que Siga La LID!
Y
¡¡RIAU RIAU!!
Ya he tenido ocasión de pasar por vuestra casa, para conocer al infante al cumplir sus dos primeros añazos.
EliminarRepito lo dicho allí. ¡Larga vida al niño, y enhorabuena al padre que lo engendró!
Todo está lleno de caraporcos chupópteros y mamandurrias variadas y los alaridos cuando peligran las "mamas" son como la sinfonía habitual de San Martín
ResponderEliminarBien dices, Maribeluca. Es una sinfonía coral porcina en la que el gruñido solista de Caraporco se impone al coro. Y San Martín, cuchillo en mano, oye, pacientemente, y espera su ocasión.
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