Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 34)
Aunque sus componentes no eran más que cuatro -Bernardo Somozas, Antonio Varela, Vicente Martínez y Severino Montes-, la Célula Socialista Agraria de Lamacido acudió en pleno a Santa Marta de Ortigueira, para despedir al zapatero, su presidente, en la misma puerta de la cárcel. La C.S.A.L., precedida de la banda de música de Céltigos, que interpretaba alegres pasacalles, y seguida por todos los aldeanos de Lamacido, recorrió las vías principales de la villa, antes de llegar a las proximidades de la cárcel y situarse frente a ella.
Se pronunciaron emotivos discursos, que provocaron las lágrimas de los concurrentes, y se gritaron ¡vivas! a casi todo; y, al final, el director de la banda de música de Céltigos, queriendo dar más realce al conmovedor momento, cedió la batuta a Tekito Tanko, y lo invitó a dirigir la interpretación del popular pasodoble "Puenteareas". El álter ego de Pepiño Blanco, que, a partir de aquel momento, fue conocido por algunos como "O Karajan de Lamacido", porque lo tocaba todo, dio comienzo al pasodoble. "La Berza" cubrió el glorioso acontecimiento con tan abundante información gráfica que se vio forzada a sacar hoja y media. Hasta Pepiño Blanco recordó, no hace mucho, aquel día de su infancia, asegurando que había sido un "ato solene". Pero lo cierto, volviendo a la pieza dirigida por Tekito Tanko, es que nadie reconoció en ella el pasodoble "Puenteareas". Y, ante el desconcierto general, don Severiano Fontán, notario de Santa Marta, que asistía al acto en silla de ruedas, le advirtió al alcalde que se había interpretado "La Internacional". La máxima autoridad local se dirigió al titular de la banda, a quien Tekito Tanko había devuelto ya la batuta.
- ¿Qué tocaron?
- O pasodoble "Puenteareas".
- Hay quien oyó "La Internacional".
- Desafinan moito.
La cosa no acabó como era de esperar; pues el alcalde, muy molesto por lo ocurrido, no sólo se opuso a la excarcelación de Alfredo Pérez, sino que, además, metió en el calabozo, con el zapatero, al director de la banda de Céltigos. De este modo, pasaron la noche, metidos en un mismo catre, el zapatero, Alfredo Pérez y el director de la banda. Los demás músicos, formados en la calle, siguieron hasta el amanecer, a través del ventanuco que daba al calabozo, las indicaciones de su director, en la interpretación de conocidos pasodobles. Asegura el bombardino que Alfredo Pérez y el zapatero disfrutaron en el catre, con todo lo que el director les tocó.
A esta banda del GAL se les ha muerto el músico.
ResponderEliminarAsí huelen ya.
Un abrazo.
Más que O Karajan sería o Carallo y deberían ir ensayando el Rock de la Cárcel...
ResponderEliminarNo será verdad y acaben todos en Alcalá Meco bailando una sardana, que sería lo propio.
ResponderEliminarQué pena que en mi pueblo no pasen estas cosas.
¡JUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAA!
ResponderEliminary
¡¡PLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLAS!!!
¿ONOMATOPEYAS A VUESTRO GUSTO, TÍO CHINTO?
Pues, Para Mí, que Son las Más Merescidas Para Vuesa Merced y su Galáica Manera de Relatar "Episodios Tragicómicos Lamacidenses"...
¡Que Destrozo Debieron Hacer del Precioso Pasodoble Punteareas, ese Par de Descerebrados de Pepiño y su Alter Ego Robótico!
Por Cierto. Una Preguntita...
¿Quién Financia el Periódico LA BERZA?
Se os Echa de Menos Por Casa y Eso que Colgué una Entrada que Tocaba el Tema y PARA QUÉ SIRVIÓ...
Hoy Sólo Dejaré Una Estrofilla en Vinagre.
¡Que Siga la Juerga y que Non Decáiga ni Cesen Gaitas y Tamboriles, Poique se Faga Justiçia e non Salgan de la Celda-Camarote "MARXISTA" Ese Trío de Cenutrios-Encanallados!
"El Trio de la BENCINA",
en Una Celda se Halla
y la Banda, Non se Calla,
Ni Poniéndole Sordina.
¡Ahí es Nada Compañeiros,
Un Músico y Bandoléiros
Compartiendo Manta Fina
y Fuera, los "Bandoleiros"
Bien se Vé, que en Lamacido
yen la Vecina Hortigueira,
Llueve a Ritmo de Muñeira
or "Concierto" Non Prohibido...
Lo Peor de Este Buen Cuento
es que Pepiño y Tekito
La Han Montado ¡Y Pobrecito
el Director con su "Acento"...
Saludos un Brindis con Oruxo "Branco"
un Cordial Abrazo
y
Por Supuesto
¡¡RIA RIAU!!
Es infinito el guión adaptado a la vida de Tekito... increibles peripecias que le aseguran estar siempre en cartel, en primera linea.
ResponderEliminar¡Qué elemento!
Es para hacer un par de enciclopedias con sus logros.
Abrazos.
Menudo personaje el Pepiño. Sobre ´wel puedes escribir todo un serial interminable. y mira que si al final, resulta "corruto"....
ResponderEliminarUn abrazo
Huelen que apestan, amigo Capitán, llevan años en contacto con la muerte, y son ya casi cadáveres.
ResponderEliminarEcho en falta mis visitas a tu blog; pero mi compromiso actual con el grupo de teatro me impide acercarme a él con la frecuencia que yo quisiera. Confío en que vengan tiempos mejores.
Un cordial abrazo.
El Rock de la Cárcel lo vienen ensayando a diario, Maribeluca, desde los tiempos en que eran solistas Barrionuevo, Vera y Roldán. ¡Se lo saben a las mil maravillas!
ResponderEliminarTienes razón, Candela, no sé si habrá otro pueblo como Lamacido. A veces, pienso que se trata de un sueño, de un deseo de justicia.
ResponderEliminarMil gracias, amigo Old Nick, como de costumbre, por tan simpático comentario.
ResponderEliminarSi se me echa de menos en vuestra casa, podéis estar seguro del sacrificio que supone para mí restringir el número de mis visitas a los blogs que, como el vuestro, considero amigos, forzado por el compromiso teatral que he adquirido. ¡Después de todo, el día no tiene más que 24 horas! Confío, amigo mío, en que pueda recuperar mi ritmo de antes.
Un cordial abrazo, un brindis y un alegre ¡¡RIAU RIAU!!
Y ten en cuenta, amigo Herep, que, al igual que Pepiño Blanco, todavía es sólo un niño.
ResponderEliminar¡Cómo siento no disponer del tiempo que necesitaría para ir con más frecuencia a tu blog y a otros blogs amigos! Espero que el texto teatral y los ensayos me permitan volver pronto a las andadas.
Un cordial abrazo.
Es una mina, amigo José Luis, y, desde luego, puede ser declarado, muy pronto, modelo de "corruto".
ResponderEliminarUn cordial abrazo.
A mí esto de la entrada de la CSAL al talego entre vítores me suena de algo, pero ahora no caigo, no, pero ya me acordare, son cosas de la edad, pero sonarme me suena. Mira que si se repite....jej.
ResponderEliminarSaluditos.
Ps: Tío Chinto ya cumplí mi promesa de dedicarle un post al Felón tan amigo de las Zorras, espero que tengas tiempo y lo veas y te guste. Chao.
Tío Chinto, tu actividad teatral ¿no será la adaptación de estos textos? Con este guión se podría hacer una epopeya parecida a la del Cid Campeador. Al final estoy cogiendo cariño al Pepiño.
ResponderEliminarA mí también me resulta familiar, amigo Zorrete; durante el tiempo que dediqué a la investigación de la infancia de Pepiño, sufrí una conmoción al descubrir el asunto que describo en el capítulo de hoy. ¡La historia se repite, a veces de forma pesada!
ResponderEliminarTe prometo, amigo Zorrete, que el primer tiempo libre de que disponga lo dedicaré a la lectura que me recomiendas.
Un cordial saludito.
No, amigo Paco, mi dedicación al teatro, como simple aficionado, es con una obra del maestro Moliere. Yo no sé si se podría hacer una epopeya, semejante a la del Cid, con los capítulos de la "Vida oculta de Pepiño Blanco"; pero sí entiendo que le estés cogiendo cariño a Pepiño. Se le ve tan indefenso, tan poca cosa...
ResponderEliminarUn cordial saludo.
¡Genial, como siempre!
ResponderEliminar¿Qué les habrá tocado el director a esos dos para que tanto disfrutaran?