Si algunos individuos deben someterse
a ciertos exámenes psicotécnicos,
antes de ser declarados aptos
para determinados trabajos,
¿por qué razón no ha de superar esas pruebas
el candidato a Presidente del Gobierno?
Si con tal examen podemos evitar
que un trabajador cualquiera
haga un uso indebido
de la maquinaria que se le confía,
¿no evitaríamos, de igual manera,
la llegada de un imbécil
a la Presidencia del Gobierno?
¿No impediríamos que alguien abusara
de la maquinaria del Estado?
¿No cortaríamos el paso a un criminal?
¿No daríamos el alto a un candidato
capaz de llegar a la alta traición?
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MADRID
¡Chapeau! Casi casi se pone más cuidado hasta en la selección de un barrendero que en la elección del presidente del Gobierno. Por eso nos encontramos con situaciones como la de ahora, en que un personaje que no valdría para ser presidente de una comunidad de vecinos, le hacemos presidente de todos los españoles. Y así nos fue. Ahora no nos queda más que lamentarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Porque esto no es una democracia, Tío Chinto.
ResponderEliminarEs una Memocracia... y ya se sabe, en la memocracia, el más tonto hace relojes.
Nunca una tierra tuvo tan malos dirigentes como esta... y tanto tiempo.
Un saludo.
Vamos a ver, José Luis, si, a partir del 20 de noviembre, aunque no le hagamos una prueba psicotécnica, conseguimos poner a alguien capaz en la Presidencia del Gobierno. ¡Es mucho lo que nos jugamos como pueblo ese día!
ResponderEliminarUn cordial abrazo.
Pues de una Memocracia sólo se sale, amigo Herep, acabando con los memos, es decir, dando la debida instrucción al pueblo, para que pueda reconocer, donde lo haya, el verdadero talento político. Pero esa instrucción no se da, porque al poder no le interesa.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Esto tan de cajón, estos tipos se lo pasan por el forro...de ahí que al actual mindundi lo dejen colgao en las cumbres europeas.
ResponderEliminarMejor nos iría mandando al robot Tekito.
Y no es la primera vez que le ocurre, Maribeluca, a tan inepto personajillo.
ResponderEliminarLa verdad es que el 20 de noviembre nos jugamos mucho, por no decir todo. Creo que lo que está en juego es ni más ni menos que la integridad de España. ¡Ahí es nada!
Tengo muy abandonado al amigo Tekito, porque considero que, dado el poco tiempo de que dispongo ahora, lo prioritario es contribuir, desde mi modesto blog, aunque sea mínimamente, a la derrota absoluta del partido que hoy gobierna. Espero, de todos modos, volver pronto con Tekito y con su álter ego Pepiño Blanco. ¿O es al revés?