Twitteando con escopeta (113)
La sumisión borreguil al fraude que supone la versión oficial del 11-M, abrió las puertas a todo tipo de fraudes mayores.
Si me garantizan que destruyen el puñal, del mismo modo que destruyeron los trenes del 11-M, mato a mi vecino, de una puñalada.
El tan sufrido pueblo español no puede consentir ser la víctima permanente de aquellos que le ocultan la verdad del 11-M.
En buena lógica, cabe pensar que, quienes ordenaron la destrucción de los trenes del 11-M, trataron de esconder las pistas de Al Qaeda.
Tenemos la ineludible obligación de forzar el estallido de la bomba que, con metralla benéfica, expanda la verdad del 11-M.
Yo, Tío Chinto, soy uno de los españoles que en su día tuvo un Trium T110; igualito al que apareció en la mochila de Vallecas, y, claro, con cuarenta y tantos años empleado en la C.T.N.E. conociendo y trabajando en equipos automáticos, pues a mí no me la dan.
ResponderEliminarY, como yo un montón de españoles del gremio.
Por cierto, Tío Chinto, he dedicado casi una hora a mirar hemerotecas para ver las portadas de la prensa española del día 13/3/2004 y en ningún sitio viene la foto completa de la gran pancarta de la gran manifestación en Madrid de la tarde del 12/3/2004. En ella se hacía mención a la Constitución Española.
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