El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

jueves, 12 de febrero de 2015

El próximo combate


Déjame decirte, Elvira,
que en el Madison Ferraz
-donde nada es veraz,
donde todo es mentira-
Antonio Miguel Carmona,
púgil de fuerte pegada,
tiene ya apalabrada
la caída en la lona.

Lajo Demos

12 de febrero de 2015

4 comentarios:

  1. El púgil cayó en la lona
    con las manos chamuscadas
    ojalá el señor Carmona
    prepare unas churruscadas.

    Un abrazo.

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    1. ¡Ja-ja-ja-ja-já! ¡Un caso único, en la historia del boxeo! Nunca se había visto un púgil, con guantes pero sin manos.

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