Por fortuna, no me gano la vida como juez. Porque, de no ser así, podría haberme encontrado, tiempo atrás, juzgando los hechos del mayor atentado terrorista cometido en España, y condenando, a muchos miles de años de prisión, a un solo hombre. Y, al cabo de seis años, podría haberse probado que mi sentencia, condenatoria de ese hombre, se habría basado, única y exclusivamente, en el falso testimonio de dos rumanas, buscadas, tal vez, al efecto. En ese caso, el cargo de conciencia que me habría dejado la condena de un hombre inocente, me habría llevado, sin remedio, a la desesperación, y ésta, de cierto, me habría conducido al suicidio.
No, afortunadamente, no me gano la vida como juez.
Y seguramente el Superjuez de esa causa, siga tan pancho.
ResponderEliminarTodos sabemos perfectamente quienes fueron los artífices de ese atentado y también siguen tan panchos y ninguno se suicida
ResponderEliminarTarde o temprano, saldra un juez justiciero que arregle esta pocilga en la que ha convertido nuestra nacion,un saludo,
ResponderEliminarSería usted un juez honrado, Tío Chinto, algo más en peligro en este país que el bellísimo lince ibérico.
ResponderEliminarLa gran mayoría preferiría sustituir el suicidio por la medalla al mérito judicial y la publicación del libro explicativo de rigor.
Cuestión de prioridades.
Un saludo, artista.
El 11M lo taparon al alimón PP y PSOE pero ellos los barandas de los dos corruptos partidos saben quienes lo organizaron.
ResponderEliminarTe dejo la nueva dirección de mi blof www.sevillaopina.info
Tío Chinto, lo de las rumanas C-65 y J-70 es un auténtico cachondeo. Igual cachondeo que el Skoda Favia que el juez pelado declaró prueba falsa; prueba falsa que no se persigue y que Vd. y yo sabemos que no coloca allí ni el terrorismo moro ni el terrorismo vascuence.
ResponderEliminar