Twitteando con escopeta (128)
Cada mañana, cuando despierta, la señora Ferrusola agradece a Dios que las ramas de su fecundo vientre salgan al tronco de su marido.
El afamado prestidigitador Jordi Pujol birla un millón de euros en Barcelona, y consigue que aparezca en Andorra la Vieja.
El día en que la región de Cataluña tenga la dicha de convertirse en nación, se verá obligada a salir de Europa, y su moneda será el pujol.
Nadie puede negar que los hijos de Pujol se educaron en las nobles virtudes que son divisa de su Muy Honorable padre.
No veo razón alguna para que la familia de Jordi Pujol entre en la cárcel; pero, probablemente, la vea para que no salga de ella.
Excelente educación la que el clan ha dado a sus hijos. Han salido listos y espabilados. Todos, a pesar de la lacra del apellido, han salido triunfadores y millonarios.
ResponderEliminarEsta tarde, Tío Chinto, al leer la prensa de Madrid me he enterado que el niño Oriol, el de la señora Ferrusola, deja el escaño por mal comportamiento. Cuando yo empecé a trabajar y habían líos sindicales, existían "las cajas de resistencia" donde se ponía pasta para que el sindicalismo del año 70 comprara sus percebes; desconozco si el parlamento regional catalán ha puesto caja de resistencias para el Oriol.
ResponderEliminarYo lo que temo, conociendo la seriedad de esa familia, es que al niño Oriol le quiten en casa la paga de los domingos y no pueda ir al cine a ver a Tarzán y la mona Chita. Igual se tira al Metro y lo deja todo hecho un asco, o le quita a la mamá la cartilla y se va a Andorra, cualquiera sabe.