La chacona se bailaba
El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.
Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.
Fernando Lago
lunes, 30 de mayo de 2011
La ministra
La chacona se bailaba
Tanta gloria lleve (la de Indefensión, digo)
ResponderEliminarY, si no la lleva, que se la pongan del "pescuezo", que digo yo que se la merece.
ResponderEliminarLa tendremos clara, como este señor llegue al gún día a Gobernar en España.
ResponderEliminarA mí me cuesta creer que pueda alcanzar la Presidencia del Gobierno; pero no dudo, amigo Mamuma, que va a intentarlo con toda clase de artimañas. Pienso que se avecinan tiempos muy críticos. Pero creo, por encima de todo, que la última palabra la tendrá el pueblo español, y que le dará la espalda a tan oscuro personaje.
ResponderEliminarEsto es un auténtico culebrón venezolano,la verdad;una defenestrada balbuceante y casi llorosa, un casi sexagenario siniestro y con un pasado que da escalofríos, uan relación sentimental rota de mala manera, conspiraciones,navajazos,intrigas...
ResponderEliminarSe merece un serial.
Todo en un ambiente tenebroso, con mucha oscuridad y bastantes alimañas, con personajes siniestros hasta por el techo, y una música de fondo que fuerza al espectador a agarrarse a los brazos de la butaca. La verdad, Natalia, en la sede de Ferraz debe respirarse una atmósfera inquietante, con sombras, por las paredes, de gentes deformes con dagas en las manos.
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