El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 21 de marzo de 2011

Acción de gracias


Al Divino Carpintero
demos alabanza y loa
cuando saque al zapatero
remendón de La Moncloa.

Lajo Demos

16 de noviembre de 2005


Los españoles no nos merecemos un candidato
a la Presidencia del Gobierno
que haya estado en el Gobierno de los GAL.


Don Anónimo Pasquín


     Si es verdad que una imagen vale más que mil palabras, no encuentro una más poderosa, para mostrar mi visión de algunos políticos de hoy en día, que la de un saco de mierda embutido en un caro y elegante traje a medida. No hablo de Valencia. Hablo de Andalucía.
     Contemplados, en esa mezcla de proximidad y lejanía que les concede la pantalla del televisor, la apariencia de esos políticos corresponde a la del ciudadano respetable, adornado de la más alta virtud social; observados de cerca -en el interior de un gran salón, por ejemplo-, desprenden tan pestilente olor que resulta inevitable abrir puertas y ventanas. En su presencia, se percibe la podredumbre del embuste, la repugnante hipocresía de la maldad, la negra pestilencia del cinismo, el hedor nauseabundo de la vanidad, el fétido aroma de la rapiña que despide ese saco de mierda, elegantemente trajeado, transformado en Consejero, quizá en Director General,  en Presidente tal vez.

Pelargonio do Peiral

     "Toda la esencia que Madame de Recamier consume en un año no bastaría para disipar el mal olor que el Embajador de España desprende en un día."
(Mademoiselle Filomena du Parfum)  

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