El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

martes, 17 de septiembre de 2013

Homenaje a María Pita




           He pasado unos días en La Coruña que me han permitido reencontrarme con unos viejos lugares que, en el tiempo ya lejano de la infancia, me habían resultado familiares. Pero, por encima de todo, esos días me dieron la grata oportunidad de un reencuentro espiritual con María Pita, la brava y heroica coruñesa que, el 4 de mayo de 1589, encendió el ánimo del pueblo contra el ejército inglés que, por mar y por tierra, ponía cerco a la ciudad, e impidió que fuera tomada por los hombres que comandaban el Almirante Drake y el General Norris. Que, cuando son muchos los años, uno tiende a buscar el calor del pasado, más que el frío del incierto futuro. Y, en medio de tan acogedora presencia espiritual de la inmortal heroína, tuve noticia, como adecuado contraste, del avance grotesco del ejército nacionalista catalán, que, con el sargento Mas y el cabo furriel Junqueras al frente, exigía, al Gobierno de la muy opresora España, la independencia de Cataluña. Los aguerridos combatientes iban de la mano, formado una larga cadena humana, y, en palabras de mi buen amigo Tío Chinto de Couzadoiro, cual no sería la cagada que dejaron sobre el terreno, que, al final, todos ellos tuvieron que tirar de la cadena.
       Como respuesta, tal vez, a tan ridícula pretensión soberanista, allí, en la ciudad de María Pita, y, sin duda, bajo la benéfica influencia espiritual de aquella mujer con agallas, tan coruñesa, tan gallega y tan española, se me ocurrió la idea de marcar, en la festividad del 12 de octubre, el contorno de todo el territorio nacional, colocando a un español o a una española, cada dos metros. Naturalmente, sin darse las manos, que María Pita no quería, en España, gente encadenada.

Barlovento Maciñeira

Cuentos de humor
"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace a cada capítulo:  Los 39 primeros

       

2 comentarios:

  1. María Pita fue una mujer no sólo valiente sino también sencilla y llena de humildad, tan sencilla y tan humilde era que pudiendo haber nacido en Ferrol, como por ejemplo Concepción Arenal, nació en La Coruña. :)

    Un abrazo.

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