El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

viernes, 29 de enero de 2016

Esencia bolivariana



Tras mandarlo a hacer puñetas
al palo del gallinero,
porque se le ve el plumero
más que a su amigo El Coletas,
y decirle -¡tontorrón,
aquí no montas la Duma!-
se ha quedado Errejón,
como el Gallo de Morón,
cacareando y sin pluma.

Lajo Demos

28 de enero de 2016

martes, 26 de enero de 2016

Ineptitud de Podemos



        El partido político fundado por Pablo Iglesias -no me refiero, claro está, al Partido Socialista Obrero Español- tiene, sobre todos los demás, la ventaja inigualable de no necesitar individuos que sean competentes. Cualquier otro, si, verdaderamente, aspira a gobernar España, con eficacia, debe contar con militantes que tengan la preparación necesaria, para poder afrontar las graves responsabilidades que la gobernación impone. Podemos, muy al contrario, se pasa esas graves responsabilidades, por la entrepierna de Pablo Iglesias, y no precisa, por lo tanto, hombres y mujeres que destaquen por su competencia profesional. Mejor aún, el rasgo más valorado por Pablo Iglesias, con vistas a un próximo Gobierno de Podemos, es el de la incompetencia extrema; pues se trataría, entonces, no de mantener en perfecto estado el edificio nacional de España, sino, precisamente, de echarlo abajo. Y, para ello, sirve cualquier patán. Si todavía anduviera por el mundo aquel que asó la manteca, podemos asegurar, sin riesgo alguno de equivocarnos, que sería un eficaz colaborador de Pablo Iglesias; porque, cuando se trata de provocar un incendio, lo mejor es contar con leños y tarugos.

Tío Chinto de Couzadoiro
        

sábado, 23 de enero de 2016

El Gran Cefalópodo



       En la Barcelona cosmopolita de 1934, vivía un célebre volatinero que se ganaba el cocido, con arriesgados ejercicios al aire libre, por toda la ciudad. Se llamaba Pedro Sánchez, y tenía, como especialidad, la cuerda floja. Todos los volatineros barceloneses coincidían en afirmar que Pedro Sánchez era el que la tenía más floja.
     Pedro Sánchez destacaba por su ambición desmedida y por su escasa inteligencia. Aquella mañana de enero, ante un público expectante, situado en torno a una piscina, Pedro Sánchez subió, con traje de baño, al trampolín que se elevaba cuatrocientos metros por encima de la piscina. La temperatura era de unos quince grados bajo cero. Pedro Sánchez saludó al respetable, tomó impulso, y, de varonil salto, abandonó el trampolín. Segundos después, con un estilo impecable, chocó, verticalmente, de cabeza, contra el témpano de hielo que ocupaba la piscina. Por fortuna, el golpe no resultó mortal; pero tuvo sus consecuencias. A Pedro Sánchez se le encogió el cuerpo de tal manera que la cabeza se le quedó pegada a los pies.
    Desde entonces, fue presentado, cada tarde y cada noche, en la pista del Circo Zapatero y Remendón, como "El Gran Cefalópodo, el monstruo de los pies en la cabeza".

Tío Chinto de Couzadoiro       


lunes, 18 de enero de 2016

Dos vidas folletinescas



   Muchos madrileños, de los que ya peinamos canas, recordamos, con placer y nostalgia, las alegres andanzas de una renombrada prostituta que, por el calzado de fantasía que adornaba sus pies, era conocida como "La Zapatera". Solía ponerse en cualquier esquina del barrio de Argüelles, y, sin descanso, hacía portes, de muy bajo coste, al piso que tenía en la calle de Ferraz. Tanta actividad folletinesca predisponía, sin remedio, al descuido; y, efectivamente, a la edad de 39 años, "La Zapatera" quedó preñada. Y, nueve meses después, nació el fruto de su vientre pecador, una niña morena de infantil encanto, que, alcanzada la juventud, siguió los pasos tortuosos de su madre.
  Suele decirse que cualquier tiempo pasado fue mejor, y, por añadidura, que nunca segundas partes fueron buenas. Petra Sánchez no hace portes, como su madre. Se dedica, discretamente, al folletín de alcoba, en el piso de Ferraz heredado de "La Zapatera". Y sueña con que, algún día, un cliente adinerado le ponga un piso en Moncloa.

Tío Chinto de Couzadoiro

miércoles, 13 de enero de 2016

Tras los pasos de Pujol



                Tuve la sospecha de que yo no existía, en el mes de abril del año 2014. El convencimiento me llegó, cuatro meses después, al advertir que mi rostro no aparecía en la pantalla del televisor. Era evidente que Belén Esteban y Jordi Pujol disfrutaban de una existencia real, y que yo, por el contrario, carecía de ella. Aquello resultó muy doloroso para mí. Tenía que convertirme, a cualquier precio, en una figura mediática. Pero mi inteligencia, en verdad limitada, se reveló, enseguida, como un obstáculo insalvable para alcanzar la grandeza televisiva de Belén Esteban. Sólo me quedaba, por tanto, dedicarme al robo, si quería emular, al menos, las hazañas de don Jordi Pujol. Empecé, pues, a cometer toda clase de importantes delitos contra la propiedad ajena, que no tardaron en acarrearme una extraordinaria fortuna. Sin embargo, lo hice con tan mala pata que, a diferencia de don Jordi, nunca fui descubierto. ¡Ni siquiera cuando defraudé 800 millones de euros a la Hacienda Pública! Tal contrariedad me llevó a tomar una decisión heroica.
           Puesto que, si no aciertan a cazarme, no obtendré la ansiada notoriedad televisiva que voy buscando, desde hoy, daré facilidades. Antes de quince días, entraré en el Palacio Minipresidencial de San Jaime, subiré al despacho del Minipresidente Puigdemont, y, en presencia de varios testigos, le atizaré media docena de patadas en el culo.
           
Tío Chinto de Couzadoiro
       

lunes, 11 de enero de 2016

Flagrante secesión



      La secesión es un acto de violencia, ejercido contra la integridad territorial de una nación, que debe ser aplastado con toda la fuerza del Estado. Hablo, naturalmente, de la fuerza del cuerpo legal contenido en la Constitución; y añado que, en casos de riesgo extremo, la secesión tiene que ser aplastada con la fuerza de los cañones.
   Los españoles que creemos en la unidad territorial de nuestra nación, llevamos mucho tiempo soportando los amagos de secesión protagonizados por otros españoles que, no creyendo en ella, pretenden arrancar, de España, la región de Cataluña. Pero, últimamente, se ha llegado al punto de riesgo extremo, porque los cabecillas del traidor Minigobierno catalán tratan ya de consumarla.
  ¡Hasta aquí hemos llegado! Como votante del Partido Popular, en las pasadas elecciones generales, exijo, al Gobierno de España, que aplaste, sin miramientos, la secesión de Cataluña, con todas las armas que tiene a su alcance. Con las legales de la política, en primer lugar; y, si fuera necesario, con las de la milicia.

Tío Chinto de Couzadoiro
  

viernes, 8 de enero de 2016

La Alpargata



   He oído decir que eres alcaldesa; más aún, que eres Alcaldesa de Madrid. Sin poner en duda que eso pueda ser cierto, quiero que sepas, Manuela, lo mucho que me cuesta creerlo. ¡Se oye cada cosa por la calle! Aun a riesgo de equivocarme, me dirijo a ti, como si, realmente, no fueras la Alcaldesa de Madrid.
   Los madrileños podemos cagarnos en el alcalde, por haber organizado una Cabalgata de Reyes, tan a ras del suelo, que, con toda razón, tendría que haberse llamado Alpargata de Reyes. Tal engendro, Manuela, no puede ser obra tuya. Quiero creer, aunque haya sido en tiempos de Maricastaña, que tú también fuiste niña, y que también disfrutaste, junto al Portal de Belén, de una esperanzadora Noche de Epifanía. Me resisto a pensar que haya sido tuya la disparatada orden que prohibía sacar animales en la Alpargata de Reyes. Porque tú sabes, perfectamente, que los concejales necesitan sus horas de esparcimiento.
   Por todo lo dicho, Manuela, comprenderás que tenga muchos motivos para no creer que tú seas la Alcaldesa de Madrid.

Tío Chinto de Couzadoiro