El carajo tiene una precisa localización. Se encuentra allí, no en otra parte, y, cualquiera que se lo proponga, dará con él fácilmente. La cosa se complica, si hablamos del carajo como destino moral. Ocurre cuando decimos, por ejemplo, que algo se va al carajo. En este caso, ¿a dónde hay que ir a buscar aquello que se ha ido al carajo? Algunos, con cierto margen de error, sitúan este carajo donde se hacen puñetas o donde se toma por saco.
La portada del diario El Mundo nos da hoy la bienvenida, con dos palabras, escritas en enormes caracteres, que reclaman nuestra atención: EMERGENCIA ECONÓMICA. Si la situación es tan crítica, ¿no deberíamos sacar a alguien del Consejo de Estado, y mandarlo al carajo, a hacer puñetas o, mejor aún, a tomar por saco?
Barlovento Maciñeira
Si estamos pensando en el mismo yo le reservaría una habitación en cualquier cárcel con vistas...
ResponderEliminarEse debería ser, amigo Orwell, el destino natural de semejante pájaro. Pero, mientras tal cosa no sea posible, conformémonos con mandarlo a freír, a tomar por saco, a hacer puñetas o al mismísimo carajo.
EliminarSí señor, o en su defecto a la porra o a la MIERDA, que le cuadra mejor
ResponderEliminarCreo que sí, Maribeluca. Nuestro espléndido idioma, tan rico, nos permite una gran variedad de envíos de carácter despectivo. Pero no cabe duda de que el envío a la puñetera mierda es de los más eficaces.
EliminarNo no, dejarle allí, no sea le de por volver.
ResponderEliminarSi volviera, sería para seguir engrandeciendo la política; así que será mejor, como bien dices, Helio, que se quede allí, haciendo puñetas o tomando por saco.
EliminarAbría que mandarlos a todos.
ResponderEliminarYo, amigo Mamuma, hasta me conformaría con dejar aquí cuatro o cinco, como mucho.
EliminarA tomar por culo diríamos en mi barrio. Pero claro es que en mi barrio somos t'os currelas.
ResponderEliminarEn fisno le mandaríamos a donde da la vuelta el aire o donde cristo perdió el mechero.
Ú a tomar por donde amargan los pepinos.
Saluditos.
Hay que reconocer, amigo Zorrete, que nuestra hermosa lengua es pródiga en expresiones que denotan lo que haríamos con aquellos que nos joroban. Pero, con frecuencia, el modo de hablar de los currelas resulta el más eficaz, cuando se trata de mandar lejos a alguien.
EliminarUn cordial saludito.
Lo peor de todo es pensar cómo se estará riendo el tipejo de la Crisis... él, con su chalet adosado y su sueldo vitalicio... mecido en una hamaca contando nubes...
ResponderEliminarPor suerte la Historia lo recordará como aquello que fue... y es.
Un saludo, Tío Chinto.
Pienso, amigo Herep, que el ilustre contador de nubes puede acabar, si aparece mucho borrego por el cielo, convertido en un herbívoro. Claro que, bien mirado, durante sus años de gobierno, no dio muestras de ser otra cosa.
EliminarUn cordial saludo, y un buen fin de semana.
¿Y porqué eres tan benévolo?
ResponderEliminarGasolina, una cerilla...y al primer contenedor.
Ja-ja-ja-ja-já. Ya veo, amiga Candela, que, como médico, te gustaría practicarle la autopsia en menos de cuatro días.
EliminarA uno barbilampiño y cheposo y a una que se ha hecho un lifting y con lo que ha sobrado han fabricado un tambor. Adivina adivinanza.
ResponderEliminarJa-ja-ja-ja-já. Creo, Sevilla Opina, que, con el pellejo sobrante de la dama, podría hacerse, no ya un tambor, sino toda la percusión de la Filarmónica de Berlín.
EliminarUn cordial saludo.
Esto es como el Titanic,El ultimo que apague la luz,un saludo.
ResponderEliminarNo nos merecemos los políticos que tenemos, amigo Agustín. Pero, ¿dónde encontrar otros?
EliminarUn cordial saludo.