El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.
Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.
Fernando Lago
martes, 30 de abril de 2013
Otro Primero de Mayo
sábado, 27 de abril de 2013
El Duque
viernes, 26 de abril de 2013
Mostrando la breva
lunes, 22 de abril de 2013
A propósito del 11-M
viernes, 19 de abril de 2013
Atentado de Boston
miércoles, 17 de abril de 2013
Terrorismo en Boston
miércoles, 10 de abril de 2013
¡Muera la Pepa!
jueves, 4 de abril de 2013
Abono de España
Tío Chinto de Couzadoiro