El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 30 de abril de 2012

El túnel




Una nación de naciones (4)

     El párroco Marcelino Osorio y el sacristán Isidro Montalvo llevaban dos horas enzarzados en una discusión teológica. El sacristán, defendiendo, a ultranza, la existencia de Dios; el párroco, negándola encarnizadamente. El escenario de tan violento enfrentamiento era la nave central de la iglesia parroquial de Hinojosa del Condado, hermoso pueblo alcarreño perteneciente a la nación castellano-manchega. De las palabras, pasaron al desigual reparto de hostias. El párroco, que se las llevaba casi todas, le quitó la espada a la imagen de San Onofre de Oporto, con intención de atravesar con ella al sacristán. A punto estaba de hacerlo, cuando el enlosado de la iglesia cedió bajo sus pies, y los contendientes fueron a caer en el fondo de un profundo socavón. Aturdidos, el párroco y el sacristán se miraron, e hicieron las paces al momento. Estaban, al parecer, en el interior de un túnel que se perdía, a uno y otro lado del punto en que se hallaban. Anduvieron por uno de ellos, alumbrándose con la linterna que llevaba el sacristán, durante más de un cuarto de hora; y, viendo que no alcanzaban el final, regresaron al lugar del hundimiento, salieron del socavón, y volvieron a entrar en él, bajando con cuidado la moto del sacristán.
     Diecinueve horas después de un penoso recorrido en moto por el interior del túnel, salieron a la superficie en Badajoz. Y de aquel extraño modo se descubrió el pastel que celosamente escondía el Gobierno Nacional de Extremadura. El túnel se prolongaba, más allá de Hinojosa del Condado, hasta Calatayud, donde se habían detenido las obras, por agotamiento del presupuesto. El proyecto del Gobierno Nacional Extremeño preveía la llegada del túnel a Barcelona, con el propósito de agilizar la exportación de bellotas, para alimentar a los cerdos catalanes. Pero, como digo, sonó la alarma presupuestaria, y la jota se detuvo en Calatayud.
     Vueltos a Hinojosa del Condado, una tarde, contemplando el socavón abierto en la iglesia, el sacristán le dijo al párroco, con mucha sorna, que, si un día concluían las obras del túnel, y los extremeños querían amortizar el gasto de su construcción, tendrían que vender, a quince mil euros, el kilo de bellotas. A lo que el párroco respondió que, si los catalanes pagaban ese precio, él empezaría a creer en Dios. Y se enzarzaron en un nuevo reparto de hostias.

Lajo Demos

       

domingo, 29 de abril de 2012

La candidez de Toxo




        No es extraño que hoy en día se difunda tanta estupidez, desde el momento en que, tan alegremente, se pone un micrófono ante el morro de cualquier imbécil.
      El insigne Toxo, secretario general de un sindicato obrero, dice que, si Dios existe, debe ser de Comisiones Obreras. Como creo que al besugo, que no es consciente de haber soltado una memez, hay que responderle con una bobada mayor, a sabiendas de que lo es, me permito darle esta respuesta:
Efectivamente, Toxo, Dios es militante de Comisiones Obreras. Y tú, el nuevo Cristo que da la vida por la famélica legión de los parias de la tierra. Y Cándido Méndez, la María Magdalena que siempre te acompaña. Y la sede de CC.OO., la cueva de ladrones en que debes entrar con el látigo. ¡Pedazo de gilipollas!

Barlovento Maciñeira

 

sábado, 28 de abril de 2012

Oficios varios




     Cuando llamo a un pintor de brocha gorda, para que venga a pintar las paredes de mi domicilio, le exijo un buen trabajo; si le encargo a un fontanero la reparación de alguna avería, no cobrará mientras su dedicación no me satisfaga. ¿Por qué razón, entonces, no somos igual de exigentes, cuando encargamos a alguien reparar las deficiencias de nuestra casa común?
     España es la casa común de todos los españoles. Y tiene múltiples averías. ¿Por qué no echamos, en su día, escaleras abajo, al Presidente del Gobierno que, desde el primer momento, mostró su flagrante incapacidad? ¿Por qué le permitimos provocar nuevas averías en nuestro común hogar? ¿Por qué, después de habernos acarreado tantos destrozos, consentimos en pagarle? Tal vez sea España la única nación del mundo en que se premia, con un suculento retiro, al pintor de brocha gorda que nos destroza la casa. Verdaderamente, España es diferente.

Tío Chinto de Couzadoiro

     

viernes, 27 de abril de 2012

Guernica y "El Guernica"




         Me pregunto, con frecuencia, qué sería hoy de algunas reconocidas obras de arte, si no hubieran contado con el respaldo propagandístico de la Internacional Socialista. Qué sería, por ejemplo, del célebre "Guernica", pintado por Picasso, como alegoría del bombardeo de la localidad que da nombre al cuadro. Más aún, me pregunto qué opinión tendríamos de tal acción militar, de no haber contado con la "inmortalidad" que aquella propaganda le concedió a la pintura. ¿Es "El Guernica" un gran cuadro? ¿Fue el bombardeo de Guernica comparable al de Dresde?
    Parece ser que "El Guernica" responde a una burda falsificación. Picasso había recibido, de una institución cultural mejicana, el encargo de pintar un cuadro que exaltase la fiesta taurina. El pintor concluyó su "Tauromaquia" antes del comienzo de nuestra guerra civil. Pero la institución cultural mejicana no satisfizo el pago convenido, y Picasso se quedó con el cuadro. Y, cuando el Gobierno de la República le pidió una obra que inmortalizase la atrocidad del bombardeo, don Pablo echó mano de su arrinconada "Tauromaquia", y compuso un "collage" que tituló "Guernica". Eso sí, como buen comunista, amigo de la verdad y de la pobreza, se cobró la burla, a precio de oro.

Barlovento Maciñeira


jueves, 26 de abril de 2012

"Cámara Baja"




      Mi vecino Pascual Sanguijuela es un cabrón con pintas. Su mujer da fe de ello. Enemigo acérrimo de la verdad, pretende ocultar los cuernos que lleva, con la ficción de que él se los pone a los demás. Tiene muy poca cabeza; lo que no le impide hablar de lo mucho que desconoce.
   Ayer, ese acreditado cabrón con pintas que, como digo, es mi vecino Pascual Sanguijuela, se dirigía, con estas palabras, al grupo de ignorantes que, en el bar "Cámara Baja", pone oídos a sus discursos:

"Los españoles no nos merecemos un Gobierno que nos mienta. El Gobierno del Partido Popular no puede hablar de la pobre herencia recibida, para justificar las medidas antisociales que ha tomado. Nadie les engañó. El Partido Popular conoció los datos del déficit que, con toda lealtad, le entregó el Gobierno socialista. El Gobierno actual ha recortado, a diestro y siniestro, sin saber de dónde ni por qué. Sus cuentas no cuadran. Los politólogos estudiarán con detenimiento el caso de Rajoy, porque no ha habido un político que, en tan poco tiempo, haya hecho tantas cosas distintas de las que dijo que haría."

   Mi vecino Pascual Sanguijuela es un hijo de la gran puta que, en el repugnante ambiente del bar "Cámara Baja", pone todo el empeño en deleitar a sus nefandos correligionarios.

Barlovento Maciñeira
 
         

martes, 24 de abril de 2012

La nova Moreneta




     Ha pasado algún tiempo. Pero los versos de Lajo Demos no han perdido significado. Poco ha cambiado el nido desde entonces. Pues, aunque sean otros los individuos que lo ocupan, siguen siendo los mismos pájaros.
     Hará bien Rajoy, si no llega a parecerse a Zapatero. Convendrá, por el bien de España, que, a diferencia de ZP, Mariano ponga los huevos en el nido catalán.

Tío Chinto de Couzadoiro


La nova Moreneta

Es tan gordo lo que pasa
con Maragall y otros dos,
por campiñas de Tarrasa,
por campos de Palamós,
que, si no lo impide Dios
dando el toque de retreta,
Zapatero, con peineta,
del Llobregat al Besós,
se pondrá de Moreneta
cuando diga Puigcercós.

Lajo Demos

22 de agosto de 2005



lunes, 23 de abril de 2012

Efrón y Danarma




        Hace ya muchos años, vivía con su mujer, en un lejano país, un hombre justo, llamado Efrón. Su mujer se llamaba Danarma, y juntos habían tenido 17 hijos, con los que moraban bajo un mismo techo. Efrón y Danarma vivían en el temor de Dios, se amaban tiernamente, y cuidaban de que a sus muchos hijos nada les faltara. Pero estos, al hacerse hombres, se alejaron del camino del Señor, y se hundieron para siempre en el pecado. Se negaron a trabajar, y exigieron a su padre, con violencia, el pago de sus muchos vicios. Se convirtieron en ladrones de su propio padre; su propia madre gastó, un día, la última moneda con que alimentar a sus 17 hijos. La miseria y el hambre se apoderaron de aquel hogar; la unidad familiar se resquebrajó. Efrón y Danarma lamentaron haber dado la vida a sus 17 hijos, y renegaron de ellos.
   Una mañana, Efrón y Danarma se pusieron en presencia del Señor, y oyeron su voz. Y aquella misma noche, mientras sus 17 hijos mal nacidos dormían, les quitaron la vida, de uno en uno. Con el paso del tiempo, tuvieron una hija, que heredó los muchos bienes de sus padres, y devolvió, a su hogar, la valiosa unidad perdida.

Barlovento Maciñeira
  
  

domingo, 22 de abril de 2012

El niño cabroncete




    Cuesta menos destruir que construir. Esto es algo que nadie pone en duda.
 Toda construcción importante requiere una dedicación laboriosa que, a veces, dura muchos años. Su destrucción no necesita más que el torpe proceder de un necio.
  Un niño emplea nueve horas, frente al mar, en levantar un soberbio castillo de arena. Otro niño, envidioso y cabroncete, permanece al acecho, y lo destruye en diez segundos.
  El niño Rubalcaba exige al niño Rajoy que levante, en cuatro meses, lo que el niño cabroncete derribó en ocho años.

Barlovento Maciñeira

 

sábado, 21 de abril de 2012

Gastos farmacéuticos




     "El Pensionista", un espontáneo que quiere su oportunidad, sale del albero, camino de la enfermería. Mariano Rajoy, en traje de luces de grana y oro, no ha podido evitar la cogida. El público, poco entendido, abuchea al matador. Pero "El Pensionista" sabe muy bien que la cornada se la ha dado el morlaco "Zapatero".

Barlovento Maciñeira


miércoles, 18 de abril de 2012

Krotokrock




Una nación de naciones (3)

     Aseguraba el humorista Wenceslao Fernández Flórez que había conocido a un vasco de Bilbao que llamaba al sereno, cada noche, golpeándose la frente con los nudillos. Yo, que no tengo la condición de humorista, puedo afirmar que soy yerno de un carpintero donostiarra que utiliza la frente como martillo, y que, si un clavo entra torcido en la madera, lo arranca con los dientes.
     Lo que cuento de mi suegro no resulta excepcional. Euskadi es una de las naciones más antiguas del mundo, y, a lo largo de los milenios, el euskaldún fue endureciéndose hasta cristalizar en el hombre pétreo que hoy conocemos. Euskadi se encontraba ya, como nación, en el territorio que hoy ocupa, cuarenta mil años antes del nacimiento de Adán y Eva. No pretendo sugerir con esto que, siendo Adán y Eva nuestros primeros padres, los individuos pertenecientes a la patria vasca, en tan remoto pasado, fueran unos animales. ¡Líbreme Dios de aseverar tal cosa!
     La leyenda y el mito se funden en Krotokrock, como fundador de la nación vasca primigenia. Krotokrock gozaba de gran prestigio en medio del pueblo, porque destacaba como jugador del fútbol que se practicaba entonces. En aquel tiempo lejano, los jugadores iban descalzos, y el balón era una piedra, más o menos redonda, de medio metro de diámetro. Krotokrock se hizo célebre, muy pronto, por sus remates de cabeza que metían el pedrusco por la escuadra. Pero, lo que acabó convirtiéndolo en padre indiscutible de la patria vasca, fue su dominio en la caza del trombodontocus, un imponente animal, semejante al toro, aunque de tamaño seis veces mayor. Krotokrock lo citaba de lejos, y, cuando el trombodontocus iniciaba la veloz y amenazante carrera hacia él, Krotokrock, a su vez, corría al encuentro  del animal. El titánico choque de ambos, testuz con testuz, resultaba mortal para el trombodontocus. Cuenta la leyenda que, de manera tan singular, acabó con la vida de 600 trombodontocus. 
   Krotokrock, que alcanzó larga vida al frente de su nación, falleció como consecuencia de una cafalea que le duró semana y media.

Lajo Demos

          

lunes, 16 de abril de 2012

La flota




Una nación de naciones (2)     


     A las naciones que hoy componen ese engendro español llamado "Nación de naciones", les falta poso histórico. De ahí que todas ellas pongan gran empeño en inventarse el pasado que mejor se les acomode.
   La ocasión que pintan calva aparece casi siempre con peluca; por ello cuesta tanto reconocerla. Allá por 1986, el Gobierno Nacional Gallego, no sabiendo en qué gastar la ingente cantidad de pólvora de rey que guardaba en la santabárbara, encontró la calva ocasión de inventarse un pasado glorioso, cuando supo que en Castilla-La Mancha funcionaba, a pleno rendimiento, la Empresa Nacional de Construcción Naval "Astilleros de Albacete". El Gobierno Nacional Gallego, después de oír el ponderado parecer de sus doscientos asesores, no tuvo mejor ocurrencia que encargar, al Gobierno Nacional Castellano-Manchego, la construcción de veinte navíos de alto bordo, de finales del siglo XVIII. Cuesta entender que el encargo no se hiciera a la Empresa Nacional Gallega "Astilleros del Morrazo". Pero así son las cosas de la política internacional.
   El 16 de mayo de 1998 partieron de los "Astilleros de Albacete", en sendos camiones dedicados al transporte de grandes pesos, los veinte navíos de alto bordo adquiridos por el Gobierno Nacional Gallego. Llegaron a Villagarcía de Arosa el 4 de noviembre de aquel mismo año. Al día siguiente tuvo lugar la botadura, en un ambiente de fervor patriótico, desconocido hasta entonces en Galicia, que se vio interrumpido, al primer contacto de los navíos con la mar. Seis de ellos mostraban una amenazante escora de ochenta grados a estribor; a nueve, les llegaba el agua dos metros y medio por encima de la linea de flotación; los cinco restantes se hundieron directamente en las aguas de la ría.
  La ría de Arosa sigue ofreciendo, a quienes quieran contemplarla, su indiscutible hermosura. Pero en su fondo permanece aquella flota que, en el delirio nacionalista de unos necios, estaba llamada a cantar, aquel 5 de noviembre de 1998, las pasadas grandezas de la gallega nación.

Lajo Demos


    

sábado, 14 de abril de 2012

14 de abril




     En la fecha de aniversario de la Segunda República, el Rey se encuentra fuera de combate, por haberse fracturado la cadera en una cacería de elefantes africanos. Cualquier día puede ser bueno para que un rey se rompa algo; pero ninguno puede serlo para darse de baja, si ese día la izquierda celebra la partida de otro Rey hacia el exilio. 
   Suponía que los alevines de Izquierda Unida eran jóvenes que, lejos de mirar atrás, avanzaban hacia el futuro, con la mirada siempre al frente. Estaba en un error. El Área de Juventud del partido de Cayo Lara difunde unos carteles que nos hablan de la importancia que, en su proyecto de gobierno, concede a la guillotina. La ilustración gráfica nos muestra uno de esos artefactos de cortar cabezas, que tiene la cuchilla pintada con los colores de la bandera republicana.
   Pensaba que Izquierda Unida se hallaba anclada en la Revolución Rusa. Me equivocaba lastimosamente. El futuro de Izquierda Unida no ha pasado de la Revolución Francesa.

Barlovento Maciñeira


viernes, 13 de abril de 2012

¡A la pocilga con él!




      Cierto sujeto, de cuyo nombre no quiero acordarme, formó parte, a lo largo de ocho años, del Gobierno que, por manifiesta incompetencia, nos ha llevado a la quiebra.
   Tal individuo tiene el cinismo de culpar del desastre a quienes llevan, tan sólo, cuatro meses gobernando.
  Semejante indeseable, por más que se haya sentado en el Consejo de Ministros, no es un político. Es un cerdo al que, cuanto antes, hay que devolver a la pocilga.

Barlovento Maciñeira

 

miércoles, 11 de abril de 2012

Cartas credenciales




Una nación de naciones (1)


       Al nuevo rico de la política española, tan amigo de disparar, a discreción, con pólvora de rey, se le reconoce, fácilmente, por el rastro de vanidad hortera que, como baba de caracol, va dejando a su paso. El político de vuelo corto, muy común en las distintas naciones que, en opinión de algunos tarados mentales, componen hoy la Nación española, se siente fatalmente atraído por lo antiguo. Esto no quiere decir que reconozca el grado de antigüedad de los objetos que le interesan; indica, simplemente, que se ve arrastrado a la adquisición de determinada pieza de museo, aunque no sepa decirnos si pertenece al románico tardío o al rococó francés.
     Uno de esos especímenes alicortos es, por derecho propio, Filiberto Mas Tuerzo, actual embajador de Cataluña en Santiago de Compostela. Deseoso de presentar, cuanto antes, sus cartas credenciales al Gobierno de Galicia, pero, convencido, al mismo tiempo, de que una escenografía adecuada hablaría elocuentemente del pasado glorioso de la nación catalana, mandó construir cuarenta carrozas de estilo Luis XVI. Y, el 22 de noviembre del año 2011, partió de la Plaza de Sant Jaume, de Barcelona, con una comitiva de 270 hombres, vestidos a la antigua usanza del rey francés. Cada carroza iba tirada por diez caballos. Filiberto Mas Tuerzo ocupaba la novena, a la que se había dado el pomposo nombre de "Carroza Insignia de la Embajada".
     El pasado 6 de marzo, Filiberto Mas Tuerzo entró triunfalmente en la Plaza del Obradoiro, sentado, a mujeriegas, en un caballo alazán. Los 400 caballos de tiro, pertenecientes todos ellos a la Alta Escuela de Doma del Bajo Ampurdán, fueron liberados de las carrozas; y, formando un enorme círculo, de pie sobre las patas traseras, enlazaron las delanteras en cadena, con envidiable disciplina, y, al compás que marcaba la Cobla del Maresme, bailaron, durante más de seis horas, la célebre sardana "Escudella de Manlleu". 
     Fue lo más hermoso que se vio jamás en la Plaza del Obradoiro. Aquello superaba todo lo conocido. Los caballos de la Escuela Española de Equitación, de Viena, eran muy buenos, sin duda, en sus vistosos ejercicios; pero no bailaban la sardana. Sin embargo, el Presidente del Gobierno gallego, viendo el estado en que los 400 caballos catalanes habían dejado la Plaza del Obradoiro, se dirigió al embajador Mas Tuerzo, con estas palabras que hoy se consideran una perla de la diplomacia: ¡A ver si la próxima vez trae usted menos mierda!

Lajo Demos

     

lunes, 9 de abril de 2012

Una nación de naciones




     Mi admirado amigo Tío Chinto de Couzadoiro daba inicio, a su artículo del pasado 2 de abril, con estas palabras: "La política es el arte de cometer errores, y cargarle el mochuelo al pueblo; un arte que requiere, con demasiada frecuencia, el concurso de auténticos malhechores." Con ellas, denunciaba el comportamiento equivocado de quienes nos llevaron al disparatado régimen autonómico, y anunciaba la aparición, en breve, de una serie de artículos míos, dedicados a tan lamentable asunto. Pues bien, como la relación que me une a Tío Chinto se cimentó en la infancia, y es hoy más propia de hermanos que de amigos, me permito corregirlo, fraternalmente, porque, haciéndolo, me corrijo, además, a mí mismo.
     La corrección se refiere, exclusivamente, al título de la serie. Tío Chinto la presentaba como "Zapatilla de Zapatillas"; pero no acababa de convencerme. Así que, después de haber pasado, estos últimos días, mi particular calvario, en busca del título definitivo, di con "Una nación de naciones", que me parece el más adecuado, puesto que prefigura el tono disparatado de la serie. El primer artículo saldrá el próximo miércoles, 11 de abril, y dará cuenta de cómo el embajador de Cataluña, Filiberto Mas Tuerzo, presentó sus credenciales al Gobierno de Galicia, y entró, por la puerta grande, en las gloriosas páginas de la historia contemporánea, cabalgando, a mujeriegas, sobre un caballo alazán.

Lajo Demos 
     

domingo, 8 de abril de 2012

¡Fuera las vocales!




   El Partido Socialista se encuentra en la ruina. Parece ser que su descalabro, en las pasadas elecciones generales, lo ha dejado para el arrastre.
 ¿Cómo es posible que pueda verse, en tan crítica situación, el partido político que, desde su fundación, prestó tan grandes servicios a España? ¿Cómo puede ser que el Partido Socialista Obrero Español, que tanto hizo por hundirnos en la miseria, sea hoy un pobre de solemnidad?
  No es justo que tan benefactor partido corra el riesgo de la quiebra. Lo justo será que cada español contribuya, en la medida de sus posibles, a ennegrecer los números rojos de la cuenta socialista. Quiero dar ejemplo, proponiendo una iniciativa que, sin duda, evitará gastos innecesarios al partido de Rubalcaba. Si la tropa de don Alfredo suprime las dos vocales de la marca registrada PSOE, don Pablo Iglesias bramará en el más allá... pero el partido se ahorrará un dineral en carteles.

Tío Chinto de Couzadoiro

    

miércoles, 4 de abril de 2012

Guillermino Mascletá




     Hace tiempo que no busco imbéciles. Años atrás, lo hacía, porque el imbécil constituía para mí una especie animal digna de estudio. No es que hoy no lo sea; pero, por su abundancia en el mercado, el imbécil se ha depreciado, y me sale al paso, a cada momento, sin necesidad de ir a buscarlo. La gran novedad de los tiempos que corren es que el imbécil ha entrado en política, y que lo ha hecho, masivamente, por la extrema izquierda.
  Uno de los mayores imbéciles que, últimamente, me han salido al paso es Guillermino Mascletá. Genuino representante de esa extrema izquierda de que hablo, tiene treinta años, y es un Lenin con patucos, al que su madre destetó antes de tiempo. La L.O.G.S.E. hizo estragos en él. Atribuye a Miguel de Cervantes la invención de la máquina de vapor, y, a Napoleón Bonaparte, la obra poética del Dante. Guillermino Mascletá se siente orgulloso de su ignorancia.
  Guillermino Mascletá ha logrado la detención del tiempo. Lo ha hecho prisionero. Para él no existió el alzamiento nacional del 18 de julio de 1936. El tiempo se detuvo, para él, un día antes; justamente, a las doce de la noche del 17 de julio. Para Guillermino Mascletá, no hubo guerra civil, ni Gobierno de Franco, ni, siquiera, entrada en democracia. Para Guillermino Mascletá, nos encontramos, todavía, en aquel 17 de julio de 1936: los políticos de la extrema izquierda siguen con sus amenazas, el Frente Popular continua con sus actos de terror callejero, el Gobierno de la República se muestra incapaz de acabar con el desorden. Pero Francisco Franco no existe.
  Guillermino Mascletá vive solo. Su mujer huyó de él, espantada de su delirio. Cuando come, prescinde del cuchillo y el tenedor, y utiliza, como tales, una hoz y un martillo. En la soledad de su alcoba, pasa las noches en blanco, creyéndose Largo Caballero; y, en su locura, sitúa a España en Siberia, como una república más de la Unión Soviética, sometida al terror de Stalin.


Barlovento Maciñeira
  
        

lunes, 2 de abril de 2012

Zapatilla de Zapatillas




     La política es el arte de cometer errores, y cargarle el mochuelo al pueblo; un arte que requiere, con demasiada frecuencia, el concurso de auténticos malhechores.
    España es hoy -a juicio de algunos artistas de la política, pertenecientes, a no dudar, a la categoría de los malvados- una nación de naciones; algo así como una zapatilla de zapatillas, que podrá ser cualquier cosa -una sursufosca, un atortufillo o una parfincela-, pero que, desde luego, no es una zapatilla. A los ojos de un imbécil, sin embargo, una nación de naciones no deja de ser una nación.
   Dado que el problema de España, como nación de naciones, no puede ser abordado más que con humor burlesco, mi buen amigo Lajo Demos, colaborador de esta tribuna, cogerá muy pronto cada nacionalismo por los cuernos -digo cada nacionalismo, no a cada nacionalista-, en una serie de artículos periodísticos, que, bajo el muy sugerente título de "Zapatilla de Zapatillas", nos mostrará la arrastrada vida de las "naciones" españolas. 
   Porque esta tribuna se declara defensora de la nación española, y, desde la humildad, proclama su creencia en una España que sea Una, Grande y Libre. Duela a quien duela. Pese a quien pese. 

  
Tío Chinto de Couzadoiro


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domingo, 1 de abril de 2012

En defensa de lo obvio




     Cuando las aguas de un río pasan por cierto lugar, no es posible cambiar su curso, para evitar el paso que ya se produjo. Del mismo modo, cuando un hecho histórico se produce, no hay manera de cambiar el posterior curso de la historia, con la estúpida pretensión de que no suceda lo que ya sucedió. Esto, que, por ser tan obvio, no habría ni que decirlo, se hace imprescindible, a la vista del retraso mental de algunos.
     Hoy se cumple el aniversario de aquel primero de abril de 1939 que puso fin a nuestra guerra civil. Aquel día, Franco venció al ejército rojo, y nos libró, sin duda, de una criminal dictadura del proletariado.
     El agua pasó bajo aquel puente, ya no es posible cambiar el curso de la historia, con intención de evitar, ahora, el acontecimiento que entonces se produjo. Franco devolvió la paz a España. No pretendamos el absurdo de que las aguas vuelvan río arriba, porque sólo río abajo pueden ir.

Barlovento Maciñeira


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