El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

jueves, 30 de enero de 2014

Farsa democrática




     Dicen... que la democracia es el gobierno del pueblo; y yo, que no tengo motivos para pensar que me engañan, me lo creo. Aseguran... que la soberanía nacional reside en el pueblo español; y yo, que soy crédulo por naturaleza, confío en ellos. Afirman... que el Congreso de los Diputados es la sede de la soberanía nacional; y yo, que llevo una buena carga de espíritu evangélico, lo acepto sin chistar. Pero... cuando trato de descubrir, entre tantos diputados, a aquel que me representa, y me otorga una mínima cuota de tal soberanía, no soy capaz de dar con él. Por otra parte, ese diputado, sea el que fuere, no me conoce, no sabe quién soy, ni siquiera tiene noticia de mi existencia. Y, pese a ello, dicen... que me representa en la sede de la soberanía nacional. Así que, con esta fe que me hace ver lo que no hay, contribuyo, como cualquier hijo de vecino, al estúpido mantenimiento de esta farsa democrática, que ha dejado a España en la ruina.

Tío Chinto de Couzadoiro

¡Una existencia tragicómica!
"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace a cada capítulo:  Los 39 primeros    

     

lunes, 27 de enero de 2014

El sargento Merino




   He pasado unos días en Barcelona, muy pocos, que me sirvieron, no obstante, para propiciar el esperado reencuentro con mi viejo amigo Ángel Corominas. Nos conocimos, por el tiempo del servicio militar en la Armada, y, desde aquel lejano entonces, nuestra amistad se fue consolidando, con el paso de los años.
   Ángel Corominas no es, en modo alguno, nacionalista. Es un español de ley, por ser, precisamente, de pura cepa catalana. Hablamos de política, y surgió, inevitablemente, el separatismo que se vive en buena parte de Cataluña. Y, en medio de la animada y amistosa conversación, Ángel soltó esta frase: "Arturo Mas es como el sargento Merino." Reímos con ganas, porque la cosa no era para menos.
   El sargento Merino vivía en un mundo de grotesca fantasía. Nuestro barco se hallaba en dique seco. La dama de la noche iluminaba, en cuarto menguante, las aguas gaditanas de San Fernando. Cuatro marineros, entre ellos mi amigo Ángel y yo, montábamos la guardia nocturna; y, mientras preparábamos el café de puchero que nos ayudara a combatir el sueño y el frío, apareció el sargento Merino, con un abrigo de cuello subido hasta las orejas, un enorme sombrero de paja y una bufanda que le tapaba medio rostro, dispuesto a darnos un susto. Como resultaba irreconocible, le pedimos el santo y seña; y, al no darlo, Ángel Corominas le pegó un tiro de fusil que le alcanzó, por fortuna, el glúteo izquierdo. El sargento pasó dos meses hospitalizado, cuatro arrestado, y media vida en boca de quienes lo conocimos.
   Don Mariano Rajoy debería tomar ejemplo de Ángel Corominas: pedirle el santo y seña a Mas, y, si no responde, ¡perdigonada al culo!

Tío Chinto de Couzadoiro


"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace a cada capítulo:  Los 39 primeros

       

lunes, 13 de enero de 2014

Divertido Tricentenario




Twitteando con escopeta (97)


¡Despampanante descubrimiento histórico! ¡La Cataluña de 1714 se adelantó 300 años a la Europa de 2014!

¡Asombroso descubrimiento histórico! ¡Un payés de Figaró mató de media hostia, en 1714, a 39 españoles invasores!

¡Despanzurrante descubrimiento histórico! ¡En 1714, Cirilo Mas rechazó, por mar, el ataque español que recibía por tierra!

¡Decisivo descubrimiento histórico! ¡Olegario Junqueras, al mando de 27 hombres, puso en fuga, en 1714, a 9.000 soldados españoles.

¡Apabullante descubrimiento histórico! ¡Un señor de Mataró se tiró tal pedo, en 1714, que desvió la órbita terráquea!


Tío Chinto de Couzadoiro


"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace al capítulo 2:  Pepiño cambia de hogar

jueves, 9 de enero de 2014

Gente de hoz y martillo




Twitteando con escopeta (96)


No conozco mayor aberración que defender una ideología que ha causado 100 millones de muertos a la humanidad.

No me gusta la ideología comunista, porque no sueño con rebajar, al ser humano, a la simple condición de bestia.

Un comunista no verá 100 millones de muertos bajo su cama, porque sería tanto como admitir el horror del comunismo.

Hay que repetir sin desmayo, hasta la saciedad, que el comunismo es, entre todas, la ideología criminal por excelencia.

El comunista de hoy no debería acostarse una sola noche, sin ver los 100 millones de muertos que tiene bajo la cama.


Tío Chinto de Couzadoiro


"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace al capítulo 1:  El desdichado Pepiño


domingo, 5 de enero de 2014

El matadero




          Nunca había visto reunidos, dentro del marco de una horrenda fotografía, a tantos asesinos repulsivos. En otro tiempo, al asesino se le perseguía. Hoy, en el País Vasco, se le rinden vergonzosos homenajes.
       El antiguo matadero de Durango, hoy transformado en teatro, ha sido el repugnante escenario de la ignominia. Algunos de los más crueles pistoleros y dinamiteros de la banda terrorista ETA han ensuciado, de por vida, un espacio concebido para dar cobijo a las grandes creaciones del espíritu. La escena ha quedado ensangrentada de tal modo que los más terribles personajes de Shakespeare sentirían horror al pisarla. ¡Lástima que aquel viejo edificio no volviera a ser ayer matadero de Durango!

Barlovento Maciñeira


¡Para reír con ganas!
"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace a cada capítulo:  Los 39 primeros