El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

miércoles, 31 de agosto de 2011

Asociación ATEA



     Cierta señora o señorita que no tengo el gusto de conocer, nacida en las vascongadas, al amparo de las generosas ubres de nuestro estado autonómico, asegura que don Patxi López carece de autoridad moral para condenar el terrorismo, desde el momento en que asiste a una corrida de toros. Es decir, que la señora o señorita ATEA (Asociación para un Trato Ético a los Animales), que así se llama, viene a comparar el crimen de ETA con la muerte del toro en la plaza, a manos del torero. Tan desafortunada comparación puede darnos idea del grado de perversión a que han llegado algunos en el País Vasco. Esta señora o señorita, cuyo nombre de pila recuerda demasiado el de ETA, aparece registrada con esa marca -ATEA- que es una declaración rotunda de su nula creencia en Dios. Y, como tal señora o señorita comete la vileza de formular tan endiablada comparación, voy a permitirme ahora tomar pie en ella, para llevarla a sus últimas consecuencias.
     Siguiendo, pues, con la comparanza establecida por ATEA, es una verdadera lástima que, así como, en las corridas de toros, el astado mata en ocasiones al torero, no ocurra eso mismo cuando el asesino de ETA se dispone a liquidar a un inocente. Sería muy de desear que, en tal momento, el elegido como víctima reaccionara a tiempo, y, llevado de un golpe de feliz intuición, reconociera al asesino, y, del modo que fuera, acabara con él. Puedo asegurar que, si de mí dependiera, se llevaría las dos orejas y el rabo del etarra, y daría la vuelta al ruedo, mientras el de ETA era arrastrado por las mulillas.

Barlovento Maciñeira   
       

lunes, 29 de agosto de 2011

Rubal-Vega



La socialista manada
no tiene ningún empacho
en ofrecer hembra y macho
-dos titís de igual camada-
que son, por su parentesco
con el género simiesco,
una auténtica monada.

Lajo Demos

9 de febrero de 2007

Seguir a Rubalcaba es ir en pos de la mentira
y, tal vez, del rastro de la sangre.
Don Anónimo Pasquín


     Rubalcaba es un noble espíritu, adornado de firmes  virtudes cristianas, al que todos debiéramos imitar; el espejo en que se contemplan las más excelsas cualidades; un varón íntegro, veraz, que inspira confianza; un hombre, en fin, al que se puede seguir a ciegas. Rubalcaba constituye el modelo de perfección humana, alcanzado tras un largo recorrido de muchos miles de años. Alfredo Pérez Rubalcaba es la culminación del proceso evolutivo que, por medio de la selección natural, condujo del simio al hombre.
   Por eso quiero ayudar, a tan conspicuo ejemplar de la raza dominante, a superar el momento crítico que hoy atraviesa. ¡Todos huyen de él! ¡Nadie quiere ir en sus listas electorales! Pero aquí estoy yo, para brindarle la solución. Voy a construir unos muñecos con figura humana, de tamaño natural, cada uno con un nombre y unos apellidos, que ocupen, en las listas, las vacantes dejadas por los desertores. Los muñecos tendrán diferentes caras de sinvergüenzas, y, en previsión de que sean elegidos como diputados, llevarán un dispositivo que les permita levantar el brazo izquierdo, durante las votaciones del Congreso, a una indicación del propio Rubalcaba. De este modo, quedará garantizada la disciplina de partido.
    Espero que mi servicio, totalmente desinteresado, sea aceptado por don Alfredo, y recompensado como cabe esperar de su proverbial magnanimidad.

Pelargonio do Peiral


     "Los parlamentos de las naciones carentes de experiencia democrática se constituyen, con gran frecuencia, con títeres manejados por un malvado."

     (Filiberto Lamelibranche, médico de cabecera de Balduino II el Estreñido)            





sábado, 27 de agosto de 2011

Sacristán y monaguillo




Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 29)

     Aquel fatídico veinte de octubre se malogró el hijo que, con tanta ilusión, esperaban Maruxa y Herminio. Maruxa sufrió tal decepción que, después de mucho llorar y de oír el parecer de don Armando Vilaríño, desaconsejando un nuevo embarazo, no halló más consuelo que volcar su inmenso amor maternal en aquel hijo adoptivo, Pepiño Blanco, puesto en sus manos por la Divina Providencia. Poco tiempo después, en el día de su aniversario, se presentaron en Lamacido cuatro directivos de la empresa Sanyo Tanyoko, para entregarle, como regalo de cumpleaños, un Tekito Tanko, de última generación, que le facilitase las ingratas tareas del hogar.
     Maruxa no acabó de acostumbrarse a la ayuda que Tekito Tanko le ofrecía, por ser mujer que se bastaba, por sí misma, para mantener su hogar, a todas horas, en perfecto estado de revista. Además, Tekito Tanko, al menor descuido de Maruxa, se iba a la cuadra, que era donde tenía más tajo, y volvía a casa hecho una mierda. Así que Maruxa no tardó en prescindir de él.  Cuando se supo en Lamacido que Tekito Tanko no era utilizado, como empleado de hogar, en casa de Maruxa, varias mujeres hablaron con ella, deseosas de ponerlo a su servicio. Pero don Vicente, párroco de San Damián, que tenía sus más y sus menos con el sacristán, porque éste lo dejaba, frecuentemente, sin vino de misa, hizo valer su autoridad para que Maruxa le permitiera convertir a Tekito Tanko en sacristán y monaguillo.
     La transformación no fue fácil. Tekito Tanko estaba programado para las tareas del hogar, no para labores de iglesia. Por si esto no fuera suficiente, el manual de instrucciones venía redactado en inglés y en japonés. Menos mal, después de todo, que allí estaba don Arsenio Taboada, el indiano vuelto de Nueva York, que, según decía, hablaba el inglés como si hubiera nacido en Frankfurt.
     Así pues, amigo lector, seguidor de la apasionante vida oculta de Pepiño Blanco, dejemos, en espera del próximo capítulo, que don Arsenio Taboada traduzca el manual de instrucciones, y Herminio, el electricista, trabaje en la programación que transforme a Tekito Tanko en servicial mozo de sacristía.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 30:   El milagro de San Zoilo
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   
        




   

jueves, 25 de agosto de 2011

¿La mierda flota?



Las ratas no quieren seguir a bordo.
¿No aceptan el mando del chimpancé?

Se lanzan al agua.
¿Estará hundiéndose el barco?

Del naufragio socialista,
¿sólo quedará la mierda
flotando a la deriva?

miércoles, 24 de agosto de 2011

Carta abierta a Krymensky

 

       No sé quién eres. Tampoco sé dónde vives, ni cómo te llamas. Pero no me importa. Te conozco por tus obras, como conozco al árbol por sus frutos, y eso me basta. Conozco tu comportamiento violento, bestial, tu inclinación al delito, tu torpe instinto revolucionario. Sé que eres un asesino en potencia. Por ello, y porque quiero dirigir esta carta abierta a alguien con nombre, voy a ponerte uno que, sin duda, dará satisfacción a tu ego prosoviético: Krymensky.
   Un Ministro de Interior indigno, violador de nuestra  Constitución, te hizo creer que la calle era tuya, y te has sentido dueño de ella. Ocupaste la Puerta del Sol, de Madrid, bajo la protección de ese ministro delincuente, y, durante varios meses, jugaste a revolucionario, de la misma manera que un niño juega a ser el Rey de un país imaginario.
     Y, en estas, llegó el Pontífice de Roma, con casi dos millones de peregrinos venidos de todo el mundo, y tu indecente protagonismo desapareció, en un abrir y cerrar de ojos. Eres un pobre diablo, Krymensky, que, una vez más, se creyó con fuerza para desafiar a Dios. Organizaste una marcha laica, una especie de procesión en contra del Papa, con el beneplácito de un ministro irresponsable y el apoyo incondicional del Partido Comunista de España. Recibí tu insulto en pleno rostro, porque mi rezo te ofendía; tu esputo repugnante de tuberculoso mental ensució mi camisa de peregrino. Y lanzaste la gran amenaza. ¡Arderás -me dijiste- como en el 36!
     Eres un hijo de la gran puta, Krymensky, merecedor de que tu cuerpo sea descuartizado, y troceado en partes tan diminutas que pudieran ser comidas por los gorriones, si se alimentaran de mierda. Cualquiera que haya oído tu terrible amenaza, aun sin haber leído un solo libro respetable de nuestra historia contemporánea, se habrá hecho una idea, bastante aproximada, del aire que se respiraba en Madrid, en los días previos al estallido de nuestra guerra civil. Tienes alma de asesino, Krymensky; pero llegas, a tu cita con la historia, con casi cien años de retraso.

Barlovento Maciñeira        

lunes, 22 de agosto de 2011

El sapo



La Moncloa es un palacio
en que vive un tarambana,
una especie de batracio
que nos ha salido rana.
El "inquilino" es tan guapo
que cuando, de buena gana,
sonríe, más que de rana,
pone carita de sapo.

Lajo Demos

15 de junio de 2008


¡Despierta, España!
¡Tu enemigo nunca duerme!


Don Anónimo Pasquín


     A lo largo de estos últimos días, he visto numerosos grupos de jóvenes por Madrid, llegados de todas partes, convocados por el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. He sido testigo de su alegría desbordante, contagiosa, de su fe en alguien que, si para el creyente es el Hijo de Dios, no deja de ser, para el incrédulo, un hombre excepcional, que se opuso a los poderosos, en favor de los humildes. He percibido, en las miradas de esos jóvenes, la luz de la verdad que trata de abrirse paso en un mundo de oscuridad y mentira.
     Pero he visto, también, en los ojos de otros jóvenes, las tinieblas que se oponen a la luz. He visto sus rostros contraídos, amenazantes, cargados de odio y violencia; he visto sus miradas inyectadas de sangre. Durante cuatro días, he sido testigo del combate secular que las fuerzas del mal mantienen con las del bien; durante esos cuatro días, he podido ver las dentelladas que el lobo de Satanás daba al humilde cordero de Cristo. 

Pelargonio do Peiral


     "No busques la fe en tabernas ni en burdeles, que tales lugares son más para perderla que para hallarla."

     (Meretriz de Taberniere, cuarta marquesa de Lafoyette)

viernes, 19 de agosto de 2011

Tekito Tanko



Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 28)

     Cuando los ocho de Lamacido entraron en la consulta que el doctor Ogino tenía en la calle Takakata Katataka, de Tokio, el afamado médico sufrió una gran decepción, al saber que, de los ocho, sólo uno -el más pequeño- requería tratamiento. Además, al perspicaz galeno no se le escapaba que, si el venir de la remota España, en busca de su ciencia, hablaba de la confianza que depositaban en él, el hecho de traer con ellos la imagen de un santo denotaba, por el contrario, más fe en los remedios curativos de la oración.
     El Método Ogino consistía, básicamente, en el control riguroso de la temperatura corporal del paciente, a lo largo de mes y medio, como forma de obtener información de su anormal funcionamiento. La singularidad patológica  detectada en los ojos de Pepiño suponía un reto para el doctor Ogino, la piedra angular de la imposición internacional de su método. Durante nueve meses -el doctor Ogino, que no era tonto, prolongó el tratamiento, al descubrir que el enfermo era persona solvente- la prensa de todo el mundo informó, casi a diario, de la mejoría progresiva que afectaba al "niño español". La fotografía de Pepiño Blanco llegó a todos los rincones del planeta. Lo mostraba con un termómetro en la boca, uno en cada fosa nasal,  dos en las orejas y dieciséis en la cabeza, sobresaliendo del cuero cabelludo. Un periódico danés publicó la foto de Pepiño Blanco desnudo, con los veintiún termómetros que, a modo de antenas, llevaba en la cabeza, con este pie: "¿Un extraterrestre en Tokio?" A la mañana siguiente, se suicidaron cuarenta y nueve suscriptores del diario.
     Todo estuvo a punto de malograrse, cuando Pepiño mordió el termómetro que tenía en la boca, y se tragó el mercurio. La cosa quedó en un susto. Los ojos de Pepiño sanaron, y, con el tiempo, la empresa nipona Sanyo Tanyoko, pionera en el desarrollo de aplicaciones informáticas, puso en el mercado el primer robot dedicado a las labores del hogar. Estaba inspirado en la imagen de Pepiño Blanco, cargado de termómetros, y se llamó Tekito Tanko. En menos de un año, Tekito Tanko se convirtió en la gran ayuda de la mujer japonesa: lavaba, cosía, planchaba, fregaba, cocinaba, hacía las camas y regaba el jardín. Tekito Tanko sólo tenía un defecto; era corto de vista, y lo mismo planchaba los cacharros que cosía el jardín o regaba las camas.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 29:   Sacristán y monaguillo
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   
  


   

miércoles, 17 de agosto de 2011

Poetas a granel



Me pregunto, Baldomero,
por qué ignorada razón
nuestra singular nación
se ha convertido en vivero
de prolíficos poetas;
por qué oculto motivo
es hoy caldo de cultivo
en que nacen, como setas,
Garcilasos y Ercillas,
Esproncedas y Zorrillas,
Manriques, a dos pesetas.

Me asombra sobremanera
que, habiendo tanto vate,
no haya uno, siquiera,
que en su poesía trate
de la ovina mansedumbre
de un pueblo, antes guerrero,
conducido al matadero
por la hedionda podredumbre
de un infame zapatero.

Cabe pensar, Baldomero,
que cada poeta sea
ciego, como el mismo Homero,
y que, por tanto, no vea,
al remendón, el plumero.

Me sorprende por doquier
el verso libre de todo,
que permite, en cierto modo,
ser poeta sin tener
por ello que padecer
la medida, sucio lodo.

Arránquese la careta
quien, no sabiendo dar cima
a su prosa con la rima,
tan torpemente la aprieta
en versos de poca estima,
y descúbranos la jeta
que, libre del antifaz,
nos permita ver su faz
de meritorio "proseta".

Termino ya, Baldomero,
por dar remate al zurcido
cosido con tanto esmero,
diciéndote, convencido,
que, buscando entre la escoria,
si, acaso, encuentro un poeta,
echo en falta su faceta
más digna de eterna gloria:
su condición de profeta,
capaz de abrir una grieta
en el curso de la Historia.

Lajo Demos

16 de octubre de 2009


lunes, 15 de agosto de 2011

¿Para cuándo el motín?



Si, en medio del temporal
que amenaza con hundirla,
España navega sin Gobierno, 
¿debe el pasaje seguir callado?
Si el capitán y sus oficiales
juegan a las cartas en la cámara, 
¿tiene el pasaje que consentir
su criminal imprudencia? 
Si la marinería, tirada por cubierta,
duerme su permanente borrachera, 
¿se le debe pedir silencio al pasaje?
¿Se le puede exigir que no intervenga?

sábado, 13 de agosto de 2011

El vuelo Madrid-Tokio



Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 27)

     Continuaron viaje hasta Madrid, sin más incidente que el provocado por una frase obscena de San Zoilo, dirigida a una recia campesina de Arévalo. El santo le había espetado, desde lo alto de la baca, que sus enormes tetas dejarían satisfecho a todo un regimiento, y la moza, ofendida, se cargó, de potente pedrada, la luna trasera del taxi. 
     Entraron, por fin, en la capital del oso y el madroño, de noche y sin luna, y se acomodaron en un hotel de la Gran Vía. Y, a la mañana siguiente, se presentaron en el aeropuerto de Barajas.
     La compañía Air France no aceptaba a San Zoilo de Pastrana como un pasajero más. Pretendía -cosa inaudita, según Amalia Fandiño- que viajara en la bodega, con el resto del equipaje. Amalia Fandiño trató de imponer su volumen al razonamiento, asegurando que era un sacrilegio meter a San Zoilo en la bodega, como si fuera un trasto; pero, ni por esas. Los representantes de la compañía aérea hicieron valer su autoridad. San Zoilo viajaría en la bodega o se quedaría en tierra. Al final, el dinero, ese dios que allana los peores caminos, le proporcionó al santo, como a cualquier otro pasajero, la tarjeta de embarque.
     El vuelo, excesivamente largo, se convirtió en una fiesta multicolor para Pepiño Blanco. Feliz en brazos de Maruxa, creyendo, en su infantil inocencia, que iba en el coche de linea Ferrol-Vivero, Pepiño no dejaba de recibir -digno homenaje a su mucha hermosura- la atención amorosa de cualquier mujer que se moviera por el pasillo. Una de las azafatas, que no pudo resistirse, lo tomó en brazos, y, haciéndole toda clase de mimos y carantoñas, lo llevó a la cabina para que el comandante y los demás pilotos lo conocieran.
     San Zoilo de Pastrana, de pie, sobre su peana, en un asiento que daba al pasillo, viendo que se acercaba por él otra azafata con una bandeja, le guiñó el ojo izquierdo, y las tazas de café que la joven llevaba en ella fueron al suelo. Y, al agacharse la esbelta francesa, para recoger lo que había tirado, San Zoilo aprovechó la ocasión que pintan calva, y le palpó con fruición el prominente culo.
     Dos horas después, el avión aterrizó sin ningún contratiempo ... en Nueva York. Parece ser que, cuando Pepiño Blanco entró en la cabina, sus ojos empezaron a emitir destellos de diversos colores y sonidos de diferente intensidad, que alteraron el normal funcionamiento del sistema de navegación, sin que pudiera ser advertido por los pilotos. Pepiño fue condenado por un juez parisino, cuatro años más tarde, al pago de una considerable multa, por haber situado en Nueva York las coordenadas de Tokio. Pepiño Blanco se había convertido en un peligro para el comercio aéreo.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 28:   Tekito Tanko
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viernes, 12 de agosto de 2011

¿No es el rey de la pocilga?




¿Puede un cerdo ser Presidente del Gobierno?

¿Debe un cerdo llegar a Presidente del Gobierno?

¿Valemos tan poco que pondremos un cerdo
en la Presidencia del Gobierno?



miércoles, 10 de agosto de 2011

Un hijo de puta español


     Lo conozco. Sé muy bien quién es. Me cruzo con él, a diario, sobre la acera de la calle en que vive. Me encuentro con él, cada mañana, cada tarde, en el supermercado, en el quiosco de periódicos, en el parque próximo a su domicilio. Porque no se halla en desiertos lejanos ni en remotas montañas. Se encuentra aquí, entre nosotros, haciendo nuestra misma vida; intentando, al menos, pasar desapercibido, ser uno más del montón. Pero, no lo consigue. Lleva sobre los hombros una pesada carga que le oprime el alma. Y me rehuye. Es incapaz de sostenerme la mirada, porque sospecha que sé quién es. Ha cometido un crimen nefando, y sabe que yo sospecho de él.
     Sale con frecuencia en la pantalla del televisor; y, viéndolo, nadie diría que su mente perversa concibió un atentado terrorista, el mayor cometido en Europa, que dejó sin vida a 192 inocentes. Nadie pensaría, al observar su aspecto de honrado ciudadano, que su mente asesina fue causa del golpe de estado que dio el poder a un partido político de siniestra historia. Y, sin embargo ...
     Ese hombre de alma podrida, que se le cae a pedazos, hace esfuerzos ímprobos por evitar que se note su podredumbre. Ese despojo humano, español como nosotros, procura mantener, ante su familia, la imagen de amante  esposo y respetable padre de familia. Pero yo sé que, por las noches, en la soledad de la alcoba conyugal, sufre las terribles dentelladas del remordimiento, y no encuentra, como otras veces, el remedio curativo de su esposa. Su mujer, que lo sabe todo, siente la insufrible repugnancia de tener que pasar las noches junto a él, por ser un hijo de la gran puta, en avanzado estado de descomposición.  
     Eso es lo que percibo, de este repulsivo ser, cuando me cruzo con él. La profunda soledad de quien se esconde, el horrible convencimiento de que su crimen lo conocemos ya su mujer y yo; la terrible convicción de que, muy pronto, lo sabrá España entera.

Barlovento Maciñeira           

lunes, 8 de agosto de 2011

La gracia del Presidente




Ella, cuerda que te amarra;
él, mirada circunfleja:
Zapatero y la guitarra
tienen la gracia en la ceja.

Lajo Demos

9 de julio de 2005


Algunos ministros deben ir del ronzal.

Don Anónimo Pasquín


     En otro tiempo, era habitual ver aldeanos por Madrid, llegados de todas partes, que ponían una nota pintoresca en la capital. Acudían en el mes de mayo, al reclamo de las fiestas con que los madrileños honraban a su santo patrón, y, por este motivo, eran conocidos como "los Isidros".
     Mucho han cambiado las cosas. Este año, el día 15 de mayo, festividad de San Isidro Labrador, el pastor Alfredo entró en Madrid, al frente de un cuantioso rebaño de cerdos y borregos, y, aprovechando la feliz circunstancia de que la Puerta del Sol es cañada real, asentó sus reales en la plaza, en medio de la cabaña.
     Y, cada día, desde entonces, en jornada de mañana y tarde, el pastor Alfredo instruye a su rebaño en la doctrina socialista, porque no quiere que se pierda, cuando haya que votar en las próximas elecciones generales, ni uno solo de sus balidos, ni uno solo de sus gruñidos.

Pelargonio do Peiral

"España es una nación de naciones."
(Colectivo Nacionalista de Retrasados Mentales)

"¡No es esto! ¡No es esto!"
(José Ortega y Gasset)





sábado, 6 de agosto de 2011

Apostolado de San Zoilo



Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 26)

   El viaje resultó más largo de lo previsto, porque, esperando encontrar la catedral de Santiago, se toparon con la de Astorga. Amancio, el taxista de Ortigueira, sufrió un despiste, en algún punto del recorrido, que sólo podía atribuirse a la escasa visibilidad permitida por el temporal de viento y lluvia, que se había desatado al partir de Lamacido. Durante más de dos horas, San Zoilo de Pastrana, de pie sobre su peana en la baca del taxi, increpó a los elementos, cagándose, de modo blasfemo, en buena parte de sus colegas incluidos en el santoral. Aquello fue, a juicio de los que viajaban en el interior del coche, mano de santo, pues, al poco tiempo, cuando San Zoilo acababa de dejar perdidos a San Onofre de Triana y a Santo Toribio de Inchaurrondo, cesó la tormenta, y un sol esplendoroso lució en el cielo azul.
   Bajando el Puerto de Piedrafita del Cebrero, ya en la provincia de León, una minúscula capa de niebla se presentó, de manera tan milagrosa, que, ocultando solamente el taxi, dejaba visible únicamente a San Zoilo. Los demás viajeros que ascendían el puerto, viendo descender sobre ellos aquel santo desconocido, no daban crédito a su visión. Se sentían desconcertados, porque, en su descenso, el santo, tan pronto giraba sobre sí mismo, hasta darles la espalda, como desaparecía en una curva. En consecuencia, seis camiones fueron a la cuneta, y catorce automóviles cayeron por el precipicio. El apostolado de San Zoilo de Pastrana empezaba divinamente.
   Cuando entraron en Astorga, se encontraron con el final de una procesión, en honor de Santa Hipólita de Martorell, que les impedía el paso, y Amancio no tuvo otro remedio que acomodar la velocidad del coche al lento caminar de la procesión. A lo largo de veinte minutos, un gran número de fieles se unió a la procesión, por detrás del taxi, y siguió, con sus cánticos, a San Zoilo. Amancio giró a la derecha, por una calle secundaria, y los devotos de San Zoilo de Pastrana, que lo seguían, más los de Santa Hipólita de Martorell, que  dieron la espalda a la santa, fueron tras él durante treinta minutos más; los que tardó Amancio en volver a la carretera general, y pisar a fondo el acelerador.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 27:   El vuelo Madrid-Tokio
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   
     
            

miércoles, 3 de agosto de 2011

Riesgo de naufragio



   Tras ocho años de navegación, al mando de un inexperto marino, el buque de alto bordo "España" se halla en riesgo de naufragar. El capitán Zapatero, un piloto incompetente, apto tan sólo para lucir con elegancia el uniforme, puso en grave peligro la integridad del barco, haciéndole surcar mares tormentosos, sembrados de escollos y bajíos. Ignorante del arte náutico, incapaz de interpretar los signos del firmamento, este malvado impostor, que en otro tiempo habría sido pasado por la quilla o colgado del palo mayor, engañó al pasaje, una y otra vez, haciéndole concebir falsas esperanzas de llegar a tierra firme en pocos meses.
     El buque de alto bordo "España" tiene abiertas dos vías de agua, y una escora de treinta grados a babor. La tripulación, formada de chusma incompetente, amotinada en contra del capitán Zapatero, acaba de dar el mando al primer oficial Rubalcaba, un personaje siniestro que oculta, en la sentina, las pruebas concluyentes de sus crímenes nefandos.
     El buque de alto bordo "España" amenaza con irse a pique. Su escora es ya de treinta y cinco grados. Buena parte del pasaje se ha lanzado al agua, y, a nado, va al encuentro del mercante "Populares", que se acerca a toda máquina. Rubalcaba les grita, por medio de un megáfono, sus diabólicos embustes.
- ¡No huyáis! ¡Volved a bordo! El barco no se hunde. Conserva intacto el casco. Os engañan quienes dicen que hay abiertas dos vías de agua. ¡No hay riesgo de que el barco se vaya a pique!
¡Volved! ¡No subáis al buque "Populares"! El capitán Rajoy quiere esclavizaros, como antaño esclavizó, a vuestros abuelos, su antecesor, el capitán Franco. ¡Volved! ¡Os iréis al fondo con él!
   El mercante "Populares", con todos los librados del mar en cubierta, se aproxima al buque de alto bordo "España", para salvarlo, una vez más, de un hundimiento seguro.


Barlovento Maciñeira


lunes, 1 de agosto de 2011

Barato, barato




Si, por un simple café,
paga, por término medio,
cero ochenta ZP,
no le queda más remedio
que comprar -¡profiteroles!-,
"pa" noches de luna llena,
las braguitas de Sonsoles,
a dos euros la docena.

Lajo Demos

30 de marzo de 2007


España languidece adormecida.
¡Hay que levantar al pueblo en almas!

Don Anónimo Pasquín


     Estoy disfrutando con la lectura de la novela "Madrid, de Corte a checa"; por segunda vez, en poco tiempo, estoy saboreando la descripción que su autor, Agustín de Foxá, hace de la vida madrileña, por los convulsos días que van de 1931 a 1937. La obra está dividida en tres partes. La primera, "Flores de lis", concluye con la caída de la monarquía en 1931; la segunda, "Himno de Riego", comienza con la proclamación de la república, y se desarrolla a lo largo de toda ella; la tercera, "La hoz y el martillo", se situa en los años 1936 y1937.
     La novela tiene tal capacidad de evocación que resulta inevitable comparar aquel tiempo trágico con la presente hora de España. En el año 1975, al morir Franco, se recuperó la monarquía: "Flores de lis". Desde 2004, "Himno de Riego", se avanza por la senda que pretende llevarnos a la república. Por último, el próximo día 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco, el siniestro Partido Socialista podría, una vez más, derrotar en las urnas al confiado pueblo español. De ser así, Madrid volvería, quizá sin remedio, a los años de "La hoz y el martillo".

Pelargonio do Peiral

"El infeliz pueblo español pone en su Gobierno, con frecuencia, a criminales que sólo buscan la ruina de la nación."
         
        (Godofredo de Griñán, bandolero de La Alpujarra)