El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La comparanza




     Constituido ya el primer Gobierno de Mariano Rajoy, tal vez convenga preguntarse si será capaz de solucionar los apremiantes problemas que afectan a nuestra economía. Si lo hacemos, advertiremos enseguida que de la respuesta que nos demos va a depender la superioridad que le reconozcamos, a este Gobierno, sobre el anterior. Porque, sin duda alguna, el de Zapatero mostró una capacidad muy fuera de lo común para fomentar la desdichada crisis que padecemos. Comparar algunos ministros del actual Gobierno con otros tantos del precedente, puede resultarnos de gran ayuda.
     La confrontación de Soraya Sáenz de Santamaría con Leire Pajín deja en mal lugar a la primera. Leire Pajín sabe leer y escribir, y eso es algo que la coloca a considerable altura sobre quien hoy ocupa la Vicepresidencia del Gobierno. Además, Leire Pajín levanta el puño, y canta "La Internacional" en Rodiezmo; y no puede negarse que, para dar trabajo a cinco millones de parados, no hay nada mejor que ponerlos a entonar las vibrantes notas de "La Internacional".
     No sale más airoso Cristóbal Montoro, si lo comparamos con Pepe Blanco. Dejando a un lado su conocimiento de la importancia de una gasolinera, como lugar de encuentro, don José Blanco sabe las cuatro reglas, aunque, a veces, se atasque con la división. En cualquier caso, aplica con soltura la prueba del nueve.
     ¿Y qué decir de Bibiana Aído? A su lado, Ana Pastor queda tan deslucida que es casi una sombra. Bibiana será recordada, por la posteridad, como la meritoria artífice del mapa de Chocholandia, una joya cartográfica que invalida la obra de los grandes geógrafos de la antigüedad, y provoca la envidia de los contemporáneos. Con su inminente publicación a todo color, no habrá nabo que se despiste por tierras de Chocholandia.

Barlovento Maciñeira

     

lunes, 26 de diciembre de 2011

La señora ZP




Pese a todos los controles
al marcharse a Somosaguas,
la prima donna Sonsoles
olvidó, entre dos faroles,
seis zambombas y un paraguas,
pitos, flautas y bemoles,
un sostén y dos enaguas.
Me parece poco olvido,
si, entre zambombas y enaguas,
pitos, flautas y paraguas,
no se dejó a su marido.

Lajo Demos

21 de diciembre de 2011



jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Felicidad y Prosperidad!




¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

Que nuestra felicidad sea ilimitada,
y nuestra prosperidad supere lo imposible:
que hoy nos toque el gordo a todos,
¡aunque no llevemos el mismo número!


miércoles, 21 de diciembre de 2011

La hora de la verdad




     La primera vez que vi una actuación de Los Colombaioni quedé deslumbrado por mi descubrimiento de la Comedia del Arte. Fue en Olite, dentro de los actos programados por los Festivales de Navarra, y, a partir de entonces, me convertí en un firme admirador de su buen hacer. En aquella ocasión, Carlo Colombaioni sacó de sus asientos a dos o tres espectadores, para que subieran al escenario y colaboraran con él en un número muy sencillo. Los despidió enseguida, viendo su escasa pericia para la interpretación, y, colocándoles el calificativo de aficionados, provocó la hilaridad del público.
     Llega la hora de la verdad, el tiempo de los profesionales. Los españoles hemos vivido, a lo largo de estos últimos ocho años, en manos de unos aficionados que han deshonrado el arte de la política. Hoy se acaba la dictadura de la mentira, el gobierno de la incompetencia; hoy concluye el período vergonzoso en que unos aficionados se aferraron a la mentira política, como única forma de ocultar su ineptitud de gobernantes. Hoy termina, por fin, el indecente gobierno de unos aficionados que, a diferencia de aquellos que tuvieron el honor de colaborar con Carlo Colombaioni, producen un inmenso desprecio, una repugnancia ilimitada, un irreparable dolor.
     Llega la hora de los profesionales, el tiempo de la verdad. No sabemos aún cuál va a ser el nuevo Gobierno. Pero podemos dar por hecho que Mariano Rajoy prescindirá de aficionados, porque él mismo es un profesional. El anterior Presidente del Gobierno -un vulgar aficionado, cuyo nombre prefiero no recordar- se rodeó de aficionados, por algo tan simple como esto: resulta extremadamente difícil que un profesional acepte su integración en un grupo de aficionados.
     España puede felicitarse. Una vez más, comienza la hora de los políticos profesionales. Atrás, queda un lamentable reguero de aficionados, que lleva, camino del olvido, blancos y salgados, trujillos, bibianas y pajines, caamaños, bermejos, chacones y zapateros... Entren todos, con buen pie, en el negro sumidero de la historia.

Barlovento Maciñeira


                

lunes, 19 de diciembre de 2011

Urdangarín




¡Ay, qué lástima me da
quien del deporte llegó,
como novio se casó,
y como yerno se va!

Lajo Demos

19 de diciembre de 2011


viernes, 16 de diciembre de 2011

Camino del Barrio Chino




Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 37)

     El portentoso cálculo de Tekito Tanko llegó a la precisión de señalar, no sólo la calle del Barrio Chino barcelonés en que se hallaba Pepiño Blanco, sino, incluso, el portal y la planta. Tekito se había transformado en un rudimentario GPS, prodigio de la ciencia por aquellos días, que indicaba, sin posibilidad de error, la presencia de Pepiño en el prostíbulo que regentaba la octogenaria Feliciana "seis plátanos", de quien se contaba que, en sus años de ejercicio, despachaba, por lo común, en una misma sesión, a media docena de ansiosos varones.
     El viaje hacia Barcelona lo emprendieron al día siguiente. Maruxa y Herminio querían recuperar a Pepiño cuanto antes. Iban en el coche de Amancio, taxista de Santa Marta de Ortigueira, con don Vicente, párroco de San Damián de Lamacido, don Armando Vilariño, médico rural, y Amalia Fandiño, la exuberante beata, todos ellos viejos conocidos nuestros. La imagen de San Zoilo de Pastrana, que había mostrado un ferviente deseo de acompañarlos, viajaba en la baca, bien sujeto a ella con unas firmes correas. San Zoilo llevaba en brazos a Tekito Tanko; religión y ciencia se unían en estrecho lazo, para guiar al taxista por el camino más corto. De este modo, rindieron viaje, felizmente, en Barcelona, catorce días después de su partida de Lamacido, porque, una de dos, o Amancio no entendía las indicaciones de Tekito Tanko, o éste necesitaba, como GPS, algún arreglo profundo. Entenderéis fácilmente lo que trato de decir, si tenéis en cuenta que, al cabo de nueve días, circulaban aún por la carretera que va de Tarancón a Cuenca, y habían transitado por más de cincuenta vías comarcales, nueve cañadas reales y cuatro calzadas romanas.
     Ya en el Barrio Chino, localizaron a Pepiño Blanco sin dificultad alguna. Pero la cosa se complicó cuando don Vicente y San Zoilo de Pastrana llegaron a las manos, en la calle más concurrida del barrio. San Zoilo pretendía quedarse una temporada en la casa de Feliciana "seis plátanos", porque, según decía el santo, veía allí mucha labor que hacer.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 38:   El brazo de San Zoilo
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   
         



     

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La batuta de Rajoy




     Hace ya bastantes años, el entonces primer violín de la Orquesta Nacional de España me aseguraba que los músicos percibían, al comienzo del primer ensayo, si un nuevo director iba a conducirlos con eficacia, sólo con verle coger la batuta. Sirva este viejo recuerdo mío para dar entrada a una breve consideración de la forma, tan peculiar, que tiene, Mariano Rajoy, de tomar la batuta.
     Mi paisano gobierna ya, aunque no lo parezca. Y lo hace con absoluta eficacia. Bastaría, para convencernos de ello, observar la enorme expresividad con que se mueve la batuta que lleva en la mano derecha. Transmite autoridad, competencia y amor profundo a una partitura complicada, plagada de interrogantes que no admiten el concurso de un aficionado. El reto al que se enfrenta Mariano Rajoy es importante. Pero saldrá airoso. No me cabe la menor duda.
     Probablemente, te estarás preguntando, amigo lector, por qué me muestro tan seguro de ello, y, con más probabilidad aún, te estarás respondiendo que mis palabras encierran cierta guasa. Te equivocas. Hablo con toda seriedad; por eso percibes algo de cachondeo. Pero la cosa es muy simple. La batuta de Rajoy indica, ya en los primeros ensayos, prometedores aciertos. ¿No te parece muy atinado, lector, que no vaya a poner de ministro a Pepe Blanco? ¿No encuentras acertadísimo que Bibiana Aído no vuelva a ser ministra? Los españoles nunca le agradeceremos a Rajoy, debidamente, que no tenga la intención de poner, como Ministra de Asuntos Exteriores, a doña Leire Pajín, o, como Ministro de Economía y Hacienda, a Francisco Caamaño. La batuta de don Mariano señala, cuando las tubas y los timbales anuncian el momento más dramático de la sinfonía, que no quiere a Zapatero ni como conserje del Ministerio de Sanidad. Y eso, amigo lector, comprenderás que es muy de agradecer.

Barlovento Maciñeira

     

lunes, 12 de diciembre de 2011

Título nobiliario




El inútil ZP,
aunque es del partido obrero,
no quiere ser zapatero,
y busca que el Rey le dé
titulación de florero.
En verdad, poco me importa
que a quien negoció con ETA
lo hagan Barón de Opereta,
Duque de la Lezna Corta
o Marqués de la Lengüeta.

Lajo Demos

12 de diciembre de 2011


sábado, 10 de diciembre de 2011

Adiós a Lamacido




Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 36)

     Pepiño Blanco se fue de putas, por vez primera, antes de cumplir los cinco años. Como entiendo que tan notable precocidad requiere su explicación, paso a darla, sin esperar a que se me pida.
     Sucedió por los días en que Pepiño, muy recuperado del mal que lo había puesto en trance de ser llevado al cementerio, prestaba sus últimos servicios como chisquero. La llama que le salía por la boca estaba ya a punto de extinguirse para siempre. Y una mañana, mientras Pepiño asistía, con otros niños, a la catequesis de don Vicente, la extinción fue completa. Pero, al salir de la iglesia los catecúmenos, el cuerpo de Pepiño Blanco, que llevaba algún tiempo sin producir el sonido característico de un motor de explosión,  arrancó, nuevamente, con el que es propio de un camión de aceite pesado. Enseguida le asomó, por los bajos del pantalón, un humo grisáceo, y, poco después, la llama arrebatada, como de soplete, que le salió por el ano, transformó a Pepiño Blanco en un cohete que se elevó, majestuosamente, y se perdió de vista, en cuestión de segundos.
     "La Berza" dio noticia de ello al día siguiente, y se refirió a Lamacido como "el Cabo Cañaveral gallego". Amalia Fandiño, la gordísima beata, tuvo ocasión de señalar, una vez más, la clara vocación celestial de Pepiño, y don Arsenio Taboada, el indiano vuelto de Nueva York, no dejó de insistir en que aquello confirmaba, sin género de duda, su vieja sospecha: Pepiño Blanco era Supermán de Lamacido. Lo cierto, sin embargo, y duro de aceptar, lo constituía el hecho de que Pepiño había desaparecido, y nadie sabía si volvería algún día. Menos mal, después de todo, que, en medio de tanto dolor y tanta confusión, allí estaba Tekito Tanko, el fraternal compañero de juegos de Pepiño, que, tras un laborioso cálculo matemático, basado en el rumbo y en el ángulo de inclinación con que había salido su amigo, y, sobre todo, en la cantidad de gasolina que aún le quedaba en el cuerpo, llegó a la conclusión de que Pepiño Blanco se encontraba en el Barrio Chino de Barcelona.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 37:   Camino del Barrio Chino
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   
   

      

martes, 6 de diciembre de 2011

Constitución y 11-M




       El diario "El Mundo" sigue con su meritoria labor de descubrir la verdad del 11-M. Sus últimas revelaciones, que ponen en duda, una vez más, la versión oficial que dio lugar a la sentencia condenatoria de Jamal Zougam, coinciden con el aniversario de nuestra Carta Magna.
   Sin que ello sirva de precedente, esta tribuna publica hoy el poema "Quisiera", del que es autor Fernando Lago, que ya en otro momento mereció nuestra atención. Sus versos tendrán plena actualidad, mientras las preguntas que formulan no obtengan respuesta.



     El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ámbitos culturales, la libertad de expresión.


     Hace poco, se cumplió el quinto aniversario de la mayor matanza terrorista sufrida por nuestro país. Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto ¿dónde están hoy?
     El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos.
     Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Quisiera

Quisiera saber por qué
los que ofendían entonces
al Gobierno del PP
no vienen todos los onces
a pedir a ZP
que diga, de buena fe,
quiénes, cómo, dónde y cuándo
guiaron, desde la proa,
a los que después, matando,
lo llevaron a Moncloa.

Quisiera ver al Gobierno
tratando de esclarecer
quiénes pudieron mover
los hilos de aquel infierno;
quiénes pudieron querer,
en aquel amanecer,
abrir la mortal herida
que a ciento noventa y dos
inocentes ante Dios,
con frialdad homicida,
les arrebató -¡rediós!-
lo más preciado, ¡la vida!

Ver al Gobierno quisiera
con nosotros mes a mes,
pues, si tal cosa no viera,
si este Gobierno de cera
no mostrara interés
por descubrir al ciempiés
que, en hora tan puñetera,
nos plantó tanto ciprés,
tanta enlutada bandera,
podría pensar cualquiera
que el Gobierno es responsable,
y sospechoso y culpable,
de esta criminal manera
de obtener coche y cartera,
a golpe de pica y sable.

Quisiera verte de pie,
aquí, como uno más,
preguntándote por qué
no sabemos, ZP,
quiénes se encuentran detrás
de Zougam y los demás.

¡Óyeme bien, ZP,
deja ya tanta sonrisa,
tanto embuste, y date prisa
en revelarnos quién fue!

Si lo ignoras, investiga,
que el cargo de Presidente,
debido al pueblo, te obliga
a descubrirle la intriga
que acabó con tanta gente.

Si lo sabes, y lo ocultas,
el pueblo podrá pensar
que, con desprecio, lo insultas,
y hará bien en barruntar
que detrás debes estar,
como principal actor,
en el papel carcelario
de canalla encubridor
o en el, más patibulario,
de asesino instigador.

Oye, ZP, y entiende:
lo que yo pueda pensar
es algo que, a mi pesar,
tan sólo de ti depende.

Fernando Lago

8 de octubre de 2008




     

lunes, 5 de diciembre de 2011

Dedicado a Zapatero




Cuando se trata de ETA
no valen negociaciones,
hay que abrirse la bragueta
y mostrarle los cojones.

Lajo Demos

28 de enero de 2007


viernes, 2 de diciembre de 2011

La hora del cuchillo




Se resisten a salir de la pocilga.

El día de la matanza se aproxima.

Quieren llegar a ella bien cebados.