Una nación de naciones (3)
Aseguraba el humorista Wenceslao Fernández Flórez que había conocido a un vasco de Bilbao que llamaba al sereno, cada noche, golpeándose la frente con los nudillos. Yo, que no tengo la condición de humorista, puedo afirmar que soy yerno de un carpintero donostiarra que utiliza la frente como martillo, y que, si un clavo entra torcido en la madera, lo arranca con los dientes.
Lo que cuento de mi suegro no resulta excepcional. Euskadi es una de las naciones más antiguas del mundo, y, a lo largo de los milenios, el euskaldún fue endureciéndose hasta cristalizar en el hombre pétreo que hoy conocemos. Euskadi se encontraba ya, como nación, en el territorio que hoy ocupa, cuarenta mil años antes del nacimiento de Adán y Eva. No pretendo sugerir con esto que, siendo Adán y Eva nuestros primeros padres, los individuos pertenecientes a la patria vasca, en tan remoto pasado, fueran unos animales. ¡Líbreme Dios de aseverar tal cosa!
La leyenda y el mito se funden en Krotokrock, como fundador de la nación vasca primigenia. Krotokrock gozaba de gran prestigio en medio del pueblo, porque destacaba como jugador del fútbol que se practicaba entonces. En aquel tiempo lejano, los jugadores iban descalzos, y el balón era una piedra, más o menos redonda, de medio metro de diámetro. Krotokrock se hizo célebre, muy pronto, por sus remates de cabeza que metían el pedrusco por la escuadra. Pero, lo que acabó convirtiéndolo en padre indiscutible de la patria vasca, fue su dominio en la caza del trombodontocus, un imponente animal, semejante al toro, aunque de tamaño seis veces mayor. Krotokrock lo citaba de lejos, y, cuando el trombodontocus iniciaba la veloz y amenazante carrera hacia él, Krotokrock, a su vez, corría al encuentro del animal. El titánico choque de ambos, testuz con testuz, resultaba mortal para el trombodontocus. Cuenta la leyenda que, de manera tan singular, acabó con la vida de 600 trombodontocus.
Krotokrock, que alcanzó larga vida al frente de su nación, falleció como consecuencia de una cafalea que le duró semana y media.
Lajo Demos
Pero lo que vosotros quizá no sabéis, es que el insigne Krotokrock fue el inventor de la pelliza con la que en la actualidad se abrigan del crudo invierno los pastores euskaldunos.
ResponderEliminarY el invento, dada su innata inteligencia, le surgió de repente, siendo un tierno infante, cuando le practicaron la circuncisión.
-Sería un desperdicio no utilizar la piel sobrante en algo útil - manifestó Krotokrock, echándose el pellejo a la espalda.
PD: ¡Ojo!...que Krotokrock no era judío. Simplemente que en aquellos tiempos a los euskaldunes les molaba ir con la verga y el prepucio al aire por dos motivos:
A/ Utilizaban cojonera y verga a modo de mazo.
B/ Utilizaban la punta de la minga como destornillador.
Eso va a misa.
¡Creo en las casualidades, amigo José Luis! Algo había oído acerca de la invención de esa pelliza; pero, en mi largo peregrinar por museos y bibliotecas, a la búsqueda de información sobre el particular, no había dado con nada definitivo. Hasta ahora, que veo, en tu inapreciable comentario, la confirmación de una sospecha largamente acariciada por mí: la cefalea que se llevó por delante a Krotokrock fue debida a una seria hemorragia producida por sus excesos en el uso de la verga como destornillador. Quiero reconocer públicamente mi deuda contigo, amigo José Luis, por tu desinteresada aportación al estudio de la personalidad deslumbrante del mítico fundador de la patria vasca.
EliminarEternamente agradecido, recibe mi más cordial abrazo.
Triste fin para tan aguerrido personaje. Y sin un mal Ibuprofeno...
ResponderEliminar:D:D
La vida es injusta con los mejores, amiga Candela: Pepe Blanco, la Pajín, Zapatero, Magdalena Álvarez... ¡Cómo iba a librarse Krotokrock de tan inamovible destino!
EliminarHola, Chinto:
ResponderEliminarTodo muy bien dicho. Tal parece tu relato una lección para ikastolas. Con respeto.
Un saludo cordial.
Gracias, amigo Xesús. Cuento con ello, con que mi esfuerzo de investigador se vea recompensado en las ikastolas.
EliminarUn cordial saludo.
Sarracenos, como se os nota que habéis nacido a mas de 300 Km de Bilbao, caso contrario seríais unos traidores, sois de su casco urbano.
ResponderEliminarLo que cuentas no es tan fuerte, busca cómo murió el padre de Urtain. Y ese creo que era guipuchi, que es menos.
La labor de investigación tiene estas cosas, amigo Paco. ¡Sorpresas de todo tipo! Escarbando en Atapuerca, saltó la liebre, me topé con el bueno de Krotokrock.
EliminarPero leche es que acaso los vascos no habían inventado ya la aspirina????. "Mia que me extráña pues".
ResponderEliminarSaluditos.
¡Les gustaba más el genérico que la marca comercial! Cuestión de preferencias, amigo Paco.
EliminarUn cordial saludito.
Insolito personajes el que nos trae hoy.Habra que estudiar con mas tiempo a esta raza tan antigua.un saludo.
ResponderEliminarDi con él, de casualidad, amigo Agustín. Ya sabes que, a veces, buscando plata se encuentra oro.
EliminarUn cordial saludo.
Krotokrock representa las raices de las tradiciones y de la "kultura" vasca, sus esencias más intimas, de las que no forman parte Unamuno y Pío Baroja, dos "españolazos" insensibles con todo lo euskaldun.
ResponderEliminarAy,la raza aria...
¡Qué terrible verdad, amiga Natalia! Esos dos insignes vascos -Baroja y Unamuno- reciben, por ser españolazos, el desprecio de muchos de sus paisanos. Ignorancia se llama esa figura, e ingratitud, claro.
Eliminar¡Dimonios Entripaos
ResponderEliminarVaya Entereza!
¡Cargarse pobres Toros
Un POco Despistaos
a Golpes de Cabeza!
Te Compadezco Lajo.
Tener Un Suegro Así,
No Es Cosa Baladí,
¡No le Discutas, Majo!
Duro Cual la Madera en Block,
No le Entres al Trapo, si Discute.
No Sea que Trate y Aún Disfrute,
Como al Toro, Trataba Kotocrock...
Y Como el Comentario he Terminau
Aplauso.Abrazo, Brindis y ¡¡RIAU RIAU!!
Me tomo mis buenas precauciones, amigo Old Nick, como no podía ser menos, siendo, como soy, yerno de mi suegro. Os contaría de él hazañas sin cuento que os dejarían boquiabierto. Sólo una vez sufrió un accidente en su trabajo. Fue un día en que, calculando mal con qué parte de la frente debía golpear el clavo, quedó tuerto.
EliminarNo se puede decir que sea una mala persona; pero no puede dejar de señalarse que es muy animal.
Un cordial abrazo, con su brindis acostumbrado y su bien entonado ¡¡RIAU RIAU!!
Pues esto de la cefalea debe ser de la zona geográfica de donde Krotokrock; tuve varios compañeros de allí, pero uno de ellos se tomaba varios Optalidones masticados del botiquín del trabajo. Un día traté de imitarle pero con un solo Optalidón antes de que Krotolrock terminara el bote y, rápidamente saqué aquello de la boca, que sabía a rayos encendidos. La respuesta de Krotokrock se me quedó grabada: tú no eres de Bilbao.
ResponderEliminarEste Krotolrock que reseño trabajaba muy bien, el resto estaban cargados de la materia troglodita que perdura aún.
Krotokrock es la materia primigenia de que están hechos muchos de aquellas tierras. Yo también he conocido alguno, amigo rataplan, y puedo dar fe de su gran parecido con aquel. La krotokrockidez se da bastante entre los vascos de Bilbao, hasta el punto de que los vascos de otros lugares no ven con buenos ojos a aquellos.
EliminarUn cordial saludo.
Apuesto a que era guapísimo, con la frente prominente y los ojos pequeñitos y muy juntos bajo una sola ceja, lo que le pasó se explica porque aún no habían descubierto la boina incrustada a roscachapa, lástima...
ResponderEliminarOlvidaste contarnos cómo era la compañera askatuaka y su estilismo capilar, aunque lo imagino.
En fín,pobre Krotokrok
La documentación gráfica encontrada, toda ella grabada en piedra berroqueña, no permite apreciar su belleza, Maribeluca, pero sí sus rasgos primitivos, que resultan patentes. En cuanto a su compañera, habría que hablar de las 18 que tuvo, todas al mismo tiempo y todas bien satisfechas, pues el bueno de Krotokrock era contundente con algo más que con la frente.
ResponderEliminarEn fin, Maribeluca, seguiremos investigando.