Ayer volvió a salir a la calle la famélica legión de los parias de la tierra. Daban ganas de darles una limosna. El hambre atroz había esculpido, a martillazos, sus cadavéricos rostros. Méndez abría la marcha, junto a su inseparable Toxo. Lucía un jersey sudado que reserva para estas ocasiones. Un jersey de lana basta, impregnado de sudor obrero.
Me acerqué a él. Y, con intención de verle el Rolex de seis mil y pico euros que adorna su muñeca, le hice un corte de mangas. No lo llevaba puesto. Era fácil suponer que se lo habría dejado en casa. La realidad, sin embargo, era otra. Se lo había mangado Toxo.
Tío Chinto de Couzadoiro
Vaya pareja, disfrazados de obreros para la mani y todavía hay quien traga. Deberían retirarles hasta el último euro de subvención y dejarlos que chillen todo lo que quieran y que luego las cañas se las paguen ellos, porque toda esa fiesta ha ido a cuenta del contribuyente y la cosa ya empieza a hartar.
ResponderEliminarPienso lo mismito que tú, Candela. Al sinvergüenza hay que darle el trato que se merece. Puede ser que no podamos meterlo en la cárcel; pero lo que sí está a nuestro alcance es no sostenerlo económicamente. Creo que será muy conveniente cortarles toda subvención, por mucho que luego ladren.
EliminarBien que callaban los sindicatos mientras se estaba formando la burbuja y se estaba descapitalizando a las Cajas. AH, es que los sindicalistas que medraban estaban de consejeros de las Cajas. Menuda jeta tienen.
ResponderEliminarDe la misma manera que a una querida se la puede contentar poniéndole un piso, a un sindicato, amigo Bucan, que, en el fondo, es una mantenida, el poder socialista lo sostuvo económicamente, para que le hiciera un trabajo "sucio".
EliminarUn cordial saludo.
La verdad es que resulta asqueroso que durante todos estos años han estado rascando los huevos y ahora les haya entrado de repente la preocupación por los obreros.
ResponderEliminarPor eso mismo cabe pensar, amigo Mamuma, que disfrazan de preocupación por la clase obrera lo que, seguramente, es algo más prosaico. ¡A ver si va a ser que ven peligrar sus privilegios!
EliminarTío Chinto, ya no aparecen las palabrejas.
ResponderEliminar¡Menos mal! A ti te lo debo, amigo Mamuma, por haber puesto en tu blog el enlace al que explica cómo hacerlo. Te quedo, por ello, muy agradecido.
EliminarEs increible lo muchísimo que se puede describir una situación con apenas un par de pinceladas literarias jeje, magistrales, eso sí
ResponderEliminarJa-ja-ja-ja-já. ¡Total no dices nada, Maribeluca!
EliminarLa manifestación del domingo fue una de las mayores desvergüenzas cometidas, últimamente, por la izquierda. No tienen el menor sentido del pudor. ¡Claro que cuentan con Rubalcaba, como cantante solista!
Jaja, Toxo es muy de barrer para casa. Apañadiño que diríais por tu tierra, Tio Chinto.
ResponderEliminarSí, la verdad es que apaña cuanto puede. Y, por lo que se ve, amigo Juan Luis, puede mucho.
EliminarCon esa cara de pillo, a la que te descuidas te ha robado Toxo la cartera.
ResponderEliminarDicen las malas lenguas que fue él el Leonardo di Caprio del Titanic... ladronzuelo apuesta-billetes(ajenos siempre).
Un saludo, Tío Chinto.
Las malas lenguas suelen ser, amigo Herep, como en el caso que comentas, las buenas. La edad de Toxo no es fácil de precisar; por eso no dudo que sea un superviviente del Titanic.
EliminarUn cordial saludo.
Hola Tío Chinto, ya estoy de vuelta. Bueno, eso le pasa a Yogui por llevarse a Bubu desde bien pequeño a robar emparedados, claro ahora le hace la cuca a el, que es que el Toxo a mas de gustos caros es un descuidero a la quinqui, si no mira como no hay forma de saber lo que ganan. Useasé lo que se mangan de nuestros monises.
ResponderEliminarSaluditos.
Sé bienvenido, amigo Zorrete, que ya se te echaba en falta.
EliminarEs probable que, con tanto descuidero en la manifestación del domingo, el Rolex haya pasado ya por más de cuatrocientas muñecas.
Un cordial saludito.
Cambia el "Rolex" Oyster Submariner de acero y oro -6.200 euros-, por el "Casio" de plástico, que es el reloj oficial de manifas y algaradas.
ResponderEliminarSaludos.
Al nuevo rico hortera se le reconoce fácilmente, Natalia, por el coche que lleva, por las gafas, por los trajes, por... por... ¡hasta por los relojes!
ResponderEliminarUn cordial saludo.