El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

sábado, 26 de noviembre de 2011

El chisquero




Vida oculta de Pepiño Blanco
(Capítulo 35)

     La amistad de Pepiño Blanco y Tekito Tanko fue cimentándose, día a día, con el mucho corretear por los verdes campos de Lamacido  y por sus difíciles caminos, siempre angostos y tortuosos. Los vecinos se acostumbraron muy pronto a verlos como hermanos, más que como simples amigos, aunque, a veces, mostraran, el uno contra el otro, su irreprimible mal genio. El escenario de sus operaciones era amplio; pero Pepiño sentía predilección por la gasolinera de Morouzos. En ella trabajaba Antonio Varela, tío de Pepiño, y, con frecuencia, llevaba allí a su sobrino y al autómata Tekito Tanko.
     Uno de aquellos días, mientras Antonio llenaba el depósito de un camión, y Pepiño contemplaba, boquiabierto y con aire pasmado, el giro de una bolita azul que, en la parte alta del surtidor, indicaba la salida del combustible, Tekito Tanko cogió otra manguera, y llenó de gasolina, a rebosar, un gran cubo de latón. Pepiño entonces, ignorante de la hazaña de Tekito, viéndolo de espaldas, fue hacia él y trató de inmovilizarlo, abrazándolo por detrás, como si fuera un soldado enemigo. Pero Tekito, buen hijo del país del sol naciente, sabía yudo. Pepiño salió por encima de él, y entró de cabeza en el cubo, boquiabierto y pasmado aún. Pepiño Blanco se tragó seis litros de gasolina, y, durante año y medio, sin dejar un solo instante de emitir el sonido característico de un motor de explosión, estuvo a las puertas de la muerte. Y, sin embargo, no dejó de ser útil, en todo ese tiempo, a sus vecinos de Lamacido; pues, doy fe de ello, fue empleado como chisquero por los fumadores de la aldea. Pepiño era cogido del pescuezo, con la mano izquierda; luego, con la palma de la derecha, moviéndola de arriba abajo, se le daban varios frotes en la nuca, y, al momento, salía de su boca la llama que, a lo largo de año y medio, encendió miles de pitillos y tagarninas.

Tío Chinto de Couzadoiro

Enlace al Capítulo 36:   Adiós a Lamacido
Enlace a "Vida oculta de Pepiño Blanco":   Los 39 primeros   


       

12 comentarios:

  1. Ya salio, y a ahora podemos comprender la querencia de Pepiño por los vapores gasolinicos y las gasolineras.
    Saluditos.

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  2. Has vuelto mi Pepiño bien amado.
    De temprano te venían los vicios.

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  3. Como se aferra Blanco y en botella,al acta de diputado,A este no lo sacan del Parlamento ni la Guardia Civil.Tiene mas moral que El Alcoyano.un saludo.

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  4. Jajaja buenísimo lo del chisquero corruto inmersionado en gasofa cual Obélix en el caldero de poción mágica.

    Saludiños

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  5. Así que esa costumbre de citarse en estaciones de servicio responde a un trauma infantil...

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  6. ¡JUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUAJUA!
    Y
    ¡PLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLASPLAS!

    ¡Que Ingenio más Galáico y Retorcido,
    se Gastan los del Pueblo, en Lamacido!
    ¡Porque Mira que hay que ser Aprovechado,
    Para Sacar de Todo, un Provecho Probado!
    Lo Que No Entiendo es Como el Rapaciño
    No Reventó...¡Que Cosas le Suceden a Pepiño!

    Quizás Vino de Entonces su Manía
    De Cobrar, Atrasado, el Fuego que Expelía.
    Puede que en TS, Nos lo Aclaren un Día...

    ¡Que Siga la Juergas Tio Chinto!¡Y a Ver Cuantos "PÁJAROS" Caen, de TACADA, por Esos Banquillos Pre-Jauleros, Que Díos Limpie de Buitres de Toga Sucia y Más Negra que sus Almas!
    Y Ya Sabéis, Como decía un Excelente Amigo, de Santa Eugenia de Ribeira,-Por desgracia Fallecido-, "- Si Alguna Vez te Metes en Pleitos, No te Olvides de Encender una Vela a Dios y Otra a O Demo, que Entre Ambos, Está Siempre el Juego de los Juzgados y el Ánimo de los que Vasn de Jueces"...
    Abrazo.
    Ánimo
    Brindis
    y
    Como es Costumbre,
    ¡¡RIAU RIAU!!

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  7. Todo está en la infancia, amigo Zorrete, lo mejor y lo peor del ser humano. Todo parte de ella, y no llegamos a ser nada que no hayamos sido ya entonces. Pero no filosofemos, que es momento de enviarte mi cordial saludito.

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  8. ¡Ni más ni menos, amigo Paco! La nariz prominente de Pepiño se debe al hábito de respirar, en sus primeros años de vida, los vapores poderosos que desprende la gasolina.

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  9. No se dejará sacar del escaño, amigo Agustín, ni con agua hirviendo y cepillo de raíces. ¡Cuántas cosas deberá llevar a cabo el Partido Popular para mejorar nuestra pobre democracia.

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  10. Tu frasecita, Maribeluca, mejora lo mío. ¡Ja-ja-ja-ja-já!
    Un cordial saludiño.

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  11. A un trauma infantil, pochito, no superado aún. Y no le queda mucho tiempo, porque de esta no sale vivo.

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  12. Aunque sólo fuera, amigo Old Nick, por la carcajada que acabo de soltar con la lectura de vuestros chispeantes versos, ya habría motivo sobrado para aceptar, como siempre, vuestro abrazo, vuestro brindis, vuestro ánimo y vuestro sonoro ¡¡RIAU RIAU!!

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