El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

martes, 19 de febrero de 2013

Diecisiete plantas




Twitteando con escopeta (46)


La democracia española es un edificio de 17 plantas que no ha respetado la verticalidad. Lo prudente será derribarlo.

Para un edificio democrático mal construido, en que no se ve un solo ángulo recto, 17 plantas resultan demasiadas.

Los muy endebles cimientos de nuestro edificio democrático -tres poderes indiferenciados- no pueden sostener las 17 plantas.

Las 17 plantas de nuestro ruinoso edificio democrático pueden venirse abajo, en cualquier momento. Es necesario el derribo.

Tenemos que proceder, sin tardanza, al derribo del edificio de 17 plantas, correspondiente a nuestra infecta democracia.


Tío Chinto de Couzadoiro



6 comentarios:

  1. Hola, Chinto:
    Me apunto voluntario para ayudar al derribo con las fuerzas que me quedan.

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  2. El problema es que viven demasiados de este edificio en ruinas.

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  3. Caerá, caerá, por su propio peso y por lo poco que se dedica a mantener la infraestructura, llevándoselo todo los caseros que gestionan las plantas... Lo malo es que al final pillará a los de siempre, al Pueblo y lo dejaran, no muerto, pero sí con la factura por pagar.

    Un saludazo.

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  4. Yo tengo preparado un pico y un taladro.Esperemos que caiga derribado como El Muro de Berlin,un saludo,

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  5. Y si no cae por sí solo, siempre podremos dinamitarlo desde su base. Pura ruina..

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  6. Es el mayor bodrio que pudieron hacer los padres de la Constitución. Y acabar con ese sistema es algo urgente si es que queremos salir de la crisis. Mientras haya tanto vividor viviendo del cuento iremos empeorando cada vez más.

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