El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

jueves, 23 de mayo de 2013

Aznar y Rajoy




           Los españoles vivimos hoy sumidos en una gran mentira adormecedora, propiciada por una clase política indigna. Y sólo nos damos cuenta de esa vida de embuste, cuando, muy de tarde en tarde, nos despierta la voz clara y poderosa de un profeta.
    José María Aznar tiene la virtud -muchos dirán el vicio- de no dejar indiferente a nadie. Sus declaraciones de anteayer, hechas a la cadena de televisión Antena 3, han producido, como lógica reacción, displicentes cacareos dentro del gallinero político. La extrema izquierda, que, con su odio, lo reconoce como su mayor enemigo, no ha ocultado el temor de que vuelva a la actividad política. Diferentes miembros del Partido Popular, aunque de distinto modo, han mostrado ese mismo malestar, ante la previsible vuelta de Aznar, porque saben, a pesar de no decirlo, que una gran parte de su electorado, que se siente traicionada por Rajoy, se pondría del lado de quien defiende, sin condiciones, la unidad territorial de España. Yo, por lo menos, que creo firmemente en la indisoluble unidad del territorio español, llegadas las próximas elecciones generales, daría, con mi voto, un merecido descanso a Rajoy, y me pondría, sin dudarlo, bajo la bandera de Aznar.

Barlovento Maciñeira


    

5 comentarios:

  1. Si tengo que elegir, elegiría a Aznar.

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  2. Veo a Aznar como la menos mala de las soluciones. Pero en el recuerdo también hay que tener en cuenta que fue él el que decidió que Rajoy, el pasmado, fue elegido por el propio Aznar. De todas formas, Aznar.
    Un cordial saludo.

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  3. Entre Rajoy o Aznar, elegiría a este segundo... pero no hay que olvidar que durante su etapa poco freno se puso a las aspiraciones secesionistas. No eran tan virulentas como ahora (para quien no quisiera verlas) pero ahí estaban.
    De todas maneras, y a riesgo de equivocarme, creo que fue el más díscolo con lo "politicamente correcto".

    Un saludo, artista.

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  4. Calmémonos, Tío Chinto; en estos momentos, y con lo que dejó joseluiseldelostrenes y sus mayoretes, no se puede hacer otra cosa. Aznar lo sabe bien, que no es torpe.

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  5. Yo también elegiría a Aznar, a Rajoy le mandaría a su despacho de registrador de por vida.

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