El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 18 de noviembre de 2013

La quiebra del honor




Twitteando con escopeta (86)


Desde hace bastante tiempo, no resulta fácil desligar política y corrupción. Últimamente, la política y la traición van muy unidas.

Tal vez sea muy exagerado. Pero debo reconocer, en honor a la verdad, que, al presente, más que políticos, veo traidores.

Si un día que no haga sol veis la sombra que proyecta un político, no tengáis ninguna duda. Será la negra sombra de la traición.

Cuando hablemos de corrupciones políticas, procuremos tener presente que, entre todas ellas, la mayor es la traición.

Me permito advertir, a nuestra infame clase política, que la alta traición no merece más castigo que la pena de muerte.


Tío Chinto de Couzadoiro


¡Si quieres reír con ganas!
"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace a cada capítulo:  Los 39 primeros 

3 comentarios:

  1. Sigues disparando con fiereza
    y casi siempre atinas, amigo.
    Del político, a la cabeza,
    que ya no queda pureza.
    ¡Tiros a la cabeza y si no, al ombligo.
    .

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  2. En la Historia reciente de España, los políticos "buenos" bien pueden contarse con los dedos de una mano... y sobran dedos, Tío Chinto.

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  3. Esa sería la única solución, pero no será

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