El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cruel agonía de España



Twitteando con escopeta (148)

Hoy, más que nunca, necesitamos gritar, con voz potente, ¡Viva España, Viva el Ejército! En toda ocasión. En todo momento.

La destrucción criminal de España se apoya en una indigna casta política y en una infame casta periodística.

Tal vez convendría que, determinados casos de extrema corrupción política, fueran juzgados por tribunales militares.

Me pregunto, porque, indudablemente, tengo derecho a ello, si el Gobierno de Rajoy sabrá qué es la alta traición.

Como español de ley, tengo derecho a manifestarlo. Va siendo hora de que el Ejército ponga ya fin a esta trágica farsa democrática.

Tío Chinto de Couzadoiro

2 comentarios:

  1. Señor Tío Chinto de Couzadoiro: Dígalo usted como lo diga, más alto o más bajo, he de decir que se le entiende todo perfectamente y que, además, tiene usted más razón que un santo.

    Un abrazo.

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  2. Creo, sinceramente, que, en la España de hoy, hay que hablar, amigo Javier, con extrema claridad.
    Recibe, con mi agradecimiento, mi más cordial abrazo.

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