El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 28 de diciembre de 2015

El socialista Zetapedos



       Al gran hombre se le reconoce, en ocasiones, por su inclinación a la extravagancia. Pedro Sánchez es un político eminente que, como tal, resulta perfectamente reconocible, por su natural extravagante.
       El pasado 24 de diciembre, tuvo el capricho de desayunar un buen tazón de chocolate. Cualquiera de nosotros lo habría acompañado con churros o con porras; Pedro Sánchez, en cambio, cometió la extravagancia de tomarlo con percebes. Poco a poco, mojándolos de uno en uno, se echó al coleto kilo y medio, de los cuatro que Susana Díaz le había enviado desde Marruecos. Me atrevo a decir que el Secretario General del Partido Socialista Obrero Español es el primer mortal que se zampó un chocolate con percebes.
    Pedro Sánchez se pasó la Nochebuena en el Servicio de Urgencias del Hospital "Gregorio Marañón". Los médicos que lo atendieron, al observar su aspecto cadavérico, llegaron a pensar que se les podía ir, de un momento a otro. Y, efectivamente, se les fue, catorce veces, por la pata abajo. Apenas hablaba; pero los percebes y el chocolate se mostraron elocuentes. La mierda lo cubría todo, el personal de limpieza no daba abasto, los percebes, con uña y todo, flotaban en un mar de chocolate. Y, de pronto, Pedro Sánchez, presa de un delirio agudo, tachó de terrorista a Susana Díaz, por haberle regalado cuatro kilos de percebes, de baja calidad, y en mal estado, que ponían su vida en riesgo.
     A los ojos de los médicos, Pedro Sánchez se había transformado en el mayor percebe que el destino había puesto en sus manos.

Tío Chinto de Couzadoiro
     

4 comentarios:

  1. ¿Está Vd. seguro de que es una inocentada?, a mí me parece mas que creible.

    Abrazo gordo y Felices Pascuas.

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  2. ¡Ja-ja-ja-ja-já! ¡Ahora sí que me deja, amigo Tannhäuser, con una tremenda duda!
    ¡Felices Pascuas, con un abrazo muy gordo, y Próspero Año Nuevo!

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  3. Si el percebe fuese gallego no le habría pasado tal cosa y eso que aquí tenemos percebes de todo tipo. Al percebe gallego no le teme nadie, por grande que sea, y menos los políticos: véase si no la cara de Mas cuando se encuentra con uno que yo me sé. ;)

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  4. ¡Ja-ja-ja-ja-já! Tengo que darte la razón, amigo Javier, en cuanto dices. Estos percebes eran de Marruecos, y, además, manipulados por la Susana. ¡Casi na!

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