El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

jueves, 4 de agosto de 2016

Carta abierta al Papa



     En su viaje de regreso a Roma, después de haber presidido, como Vicario de Cristo, las Jornadas de la Juventud que habían tenido lugar en Polonia, se dirigió, Santidad, a los periodistas que lo acompañaban en el avión. No puedo negar que su mensaje, pronunciado durante el vuelo, alcanzó una envidiable altura cristiana. Permítame, sin embargo, Santidad, que ahora, a ras del suelo, le lleve la contraria.
     Decía, Santidad, que no debemos atribuirle la violencia, exclusivamente, al islamismo, ya que gente violenta se encuentra hoy en todas las religiones. A mi parecer, la palabra violencia no es el término más adecuado. Porque, verá, Santidad, si un padre le estampa una bofetada, a su hijo de diez años, nos hallaremos ante un hombre violento; pero, si ese mismo hombre tiene, como cometido, degollar a inocentes, estaremos ante un repugnante asesino. Yo no creo que el Islam sea una religión de asesinos; lo que sí creo, Santidad, es que del seno del islamismo sale, hoy en día, un buen número de asesinos. Ya sé que, en otros tiempos, también salieron del Cristianismo. Pero reconocerá conmigo, Santidad, que los asesinos del pasado ya no hacen daño a nadie.

Tío Chinto de Couzadoiro

"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace al capítulo 1:
El desdichado Pepiño
  

5 comentarios:

  1. Tío Chinto, he dado con un artículo que no me atrevo a explicar, pero pongo aquí el enlace para que vean Vd. y sus lectores hasta dónde llegan los de la religión de paz: http://www.gees.org/articulos/taharrush-jamai “el asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres” -
    Saludos.

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  2. Quedo muy agradecido, Rataplan.
    ¡Un saludo muy cordial!

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  3. ¡Gracias, José!
    Te envío mi más cordial abrazo. (No olvido todo lo que me ayudaste, para poner en pie mi blog).

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