El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 1 de agosto de 2016

Lectura de verano



     Allá por enero de 2011, comencé a publicar, en estas modestas páginas, "Vida oculta de Pepiño Blanco", una serie de cuentos humorísticos que, muy pronto, gozó del favor de los lectores.
    "Vida oculta de Pepiño Blanco" refiere las andanzas tragicómicas de un personaje de ficción, llamado Pepiño Blanco, durante los años, difíciles, de su disparatada infancia. Tengo que recalcar lo de personaje de ficción, porque algunos pensaron, erróneamente, que, con el paso del tiempo, Pepiño Blanco llegaría a convertirse en el egregio socialista que culminaría, como destacado Ministro de Fomento, su brillante carrera política. Nada de eso. Mi personaje Pepiño Blanco, de mayor, se llamó, efectivamente, Pepe Blanco; pero no fue Ministro de Fomento, de la misma manera que el Pepe Blanco real, Ministro de Fomento, no formó pareja artística con la inolvidable Carmen Morell.
     Aclarado esto, me permito recomendaros "Vida oculta de Pepiño Blanco", como simple lectura de verano, en la seguridad de que sus breves capítulos podrán proporcionaros unos momentos altamente placenteros, sin necesidad de recurrir al sexo.

Tío Chinto de Couzadoiro

"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Relación de los títulos de los diferentes capítulos,
con sus respectivos enlaces.
Enlace: Lo 39 primeros
      

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