En octubre de 1982,
montó una mesa en la calle,
y puso, sobre ella,
tres cubiletes y una bola.
Con aire de sacamuelas,
denostó la dictadura
y alabó la democracia.
¡Por el cambio!
¡El cambio ya está aquí!
Enseguida nos mostró
la bola de la democracia;
y, con hábil movimiento de manos,
Felipe nos dio el cambiazo.
Don Anónimo Pasquín
El problema comenzó un poco antes del 82, cuando introdujeron en la nueva constitución el sistema autonómico, dejando ademas la puerta abierta para ir modificando los estatutos a gusto del consumidor.
ResponderEliminarComo dice el refrán " entre todos la mataron y ella sola se murió".
Saludos.
Claro que sí, todo parte de ahí, de esa maldita Constitución que contiene el germen de la división territorial de España, que nos ha llevado a la mismísima ruina.
EliminarUn cordial saludo.
Se hizo de oro con el juego del trilero, Tío Chinto.
ResponderEliminarA su alrededor, eso sí, cientos de compinches vendían las bondades de la apuesta... y miles, alelados, se dejaron hasta el último de sus peniques víctimas del engaño.
¿La Justicia? Ni está ni se espera.
Un abrazo, artista.
Fue pionero en el despreciable arte del engaño, amigo Herep, hasta el punto de que su ejemplo llega hoy a la Andalucía de Chaves y Griñán. En esta España socialista -desde Felipe hasta nuestros días, todo es España socialista-, se persigue al "trilero barriobajero", pero, al de altura, se le da toda clase de facilidades para ejercer su rentable profesión.
EliminarUn cordial abrazo.
Acercar la Administración al ciudadano...
ResponderEliminarY mira que ha ocurrido, se han acercado tanto que nos han fagocitado.
¡Qué gran trampa nos tendieron, amiga Candela, con el nefasto modelo autonómico! Con las autonomías, España es menos España, y los españoles nos vemos al borde de la ruina.
EliminarSe montaron el chiringuito a u gusto y semejanza.
ResponderEliminarY les dio un resultado magnífico. Se enriquecieron, amigo Mamuma, a costa del ignorante pueblo español, que se dejó engañar como un panoli.
EliminarPermíteme que prosiga, Tío Chinto....
ResponderEliminarY el resto de trileros se sumaron a la juerga,
¡Pasen y vean, que fácil es gobernar
cuando los que apuestan no tienen
ni zorra idea de por quién apostar!
Que la plebe es muy incauta
y más fácil de engañar.
Disculpa el añadido, Tío Chinto.
El añadido lo encuentro muy oportuno, amigo José Luis. No desentona, en absoluto, de lo dicho por mí. Un pueblo poco cultivado estará siempre a merced del sinvergüenza de turno que lo atraiga a su mesa de trilero.
EliminarUn cordial abrazo.
Hoy El Trilero, Que Era Un Botarate,
ResponderEliminarFruto De Maniobras Bien Montadas,
Por La Mesnada del Anterior "FRATE",
Ya No Esconde Pasadas Marranadas...
Fuma Cohibas y Navega en Yate.
Y Este Pueblo Cretino,De Dislate
En Dislate, Está Cayendo AL FIN,
Por Culpa De Un Traidor y Malandrín,
En El Muy Bien Montado JAQUE MATE.
¡Viva La MEMOCRACIA DE POSTÍN!
Por Mí, Amigo Chinto, Que Se Los Lleve A Todos De Una Vez Atados Con la Misma Cadena, Desde Suárez y -Quién lo Puso-, A Este Indigno Traidor Y VendePatrias de Mari-Ano, Fiel Seguidor del Inmundo e Indiscutible TRAIDOR, el ZAPO!
El Protocolo Acostumbrado
y
Que No Falte el
¡¡RIAU RIAU!!
¡Qué razón tenéis, amigo Old Nick! Se va un trilero; pero la mesa, con la bola y los tres cubiletes, sigue a disposición del que quiera ocuparla. Que Asmodeo cumpla su noble cometido, y nos libre de toda esta clase política que no da más de sí.
EliminarBrindis, cordial abrazo y sonoro ¡¡RIAU RIAU!!
Más que cambio hicieron eso, pegarnos el cambiazo.
ResponderEliminarSaluditos.
Pues con el cambiazo que se nos dio, amigo Zorrete, todavía hay, al cabo de treinta años, quien no lo ve. ¡Ay, Señor, Señor!
EliminarUn cordial saludito.
Tio Chinto creo que el cambiazo no los dio primero Adolfo Suarez digo yo,un saludo,
ResponderEliminarNo puede negarse lo que dices, amigo Agustín. Al fin y al cabo, la picaresca española sembró por todas partes y en todo tiempo.
EliminarUn cordial saludo.
Una bola no, muchísimas. Empezó a soltar bolas y ya no paró, ni él ni sus sucesores.
ResponderEliminarEl último de Filipinas:
ResponderEliminarAl fin y al cabo, la forma de gobierno del socialismo se ha sostenido a base de falsedades. Con una mentira, apuntalaron otra, y, de ese modo, fueron construyendo un edificio que amenaza ruina.
Un cordial saludo.