El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

jueves, 31 de julio de 2014

¡Cojones, con la familia!



Twitteando con escopeta (134)


El mayor servicio que el despreciable "historiador" Cucurull podría prestar al nacionalismo, sería decir que Jordi Pujol no es catalán.

No sentiría ninguna pena, si viera a Jordi Pujol en el trullo, porque pienso que cada cosa debe estar en su lugar.

Yo no sería hoy bastante más rico que los Pujol, de no haber defraudado a Hacienda cuarenta veces más que ellos.

En la muy honorable familia Pujol, el más tonto monta relojes. Parece ser que el Olegario también hacía portes a Suiza.

Yo no estoy convencido de que Jordi Pujol no sea un delincuente. Más aún, tengo la sospecha de que podría no ser inocente.

Tío Chinto de Couzadoiro

"Vida oculta de Pepiño Blanco"
Enlace al capítulo 22: "Roldán"

1 comentario:

  1. Al principio de su gobierno pensé que esto de "honorable" venía del Japón, de las Indias occidentales, de por ahí lejos. Y, ahora, veo que mejor que nadie de esa familia sea del Japón, que allí se hacen el harakiri y ya se puede Vd. imaginar si se hacen el harakiri en la Plaza de San Jaime, ¡cómo lo pondrían todo!, todo perdidito de tripas por la calle, los guardias cortando el tráfico, los turistas haciendo fotos, ...

    Catetonia es así.

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