El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

miércoles, 27 de abril de 2011

Universidad española

¡Burro que en el campus paces,
que, cuanto más paces,
más burro te haces!

     La universidad española languidece. Cualquier profesor universitario dará fe de ello. Los alumnos que se incorporan a sus clases, procedentes del bachillerato, llegan con tan escasa preparación, para afrontar los exigentes estudios universitarios, que, difícilmente, podrán seguirlos con provecho. Ha habido un largo recorrido hasta alcanzar el deterioro actual. El monumental disparate que supuso el "papeles para todos" vino precedido por aquel otro de "universidad para todos"; y hoy pagamos las consecuencias trágicas de uno y otro error. La universidad no puede ser, en modo alguno, para todos, porque no todos están capacitados para entrar en ella. Esto, que, por su evidencia, no habría ni que decirlo, es necesario recalcarlo, una y mil veces, debido a que algunos no quieren verlo. Por no haberlo advertido a su debido tiempo, gobernantes de muy diverso pelaje se dedicaron a levantar universidades por toda España, con tal desenvoltura que no fue de extrañar que, hasta el pueblo más insignificante, reclamara la suya, como si se tratara de una piscina municipal.
     A los alumnos del último curso de bachillerato les cuesta entender un editorial periodístico. Si esto es así, como aseguran sus profesores, el problema que se le plantea a la universidad española es de una gravedad extrema. Un profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, de la Universidad Complutense de Madrid, me decía, no hace mucho, tal vez con cierta exageración, que sus alumnos se veían en dificultades para construir una frase -sujeto, verbo y predicado- con diez palabras medianamente cultas, por ignorar el significado de cada una de ellas. La cosa, como arriba apuntaba, viene de lejos. Ya decía Gustavo Villapalos, en sus tiempos de Rector Magnífico de la Complutense, que, si de él dependiera, no exigiría más requisito, para entrar en la universidad, que saber leer y escribir; pues quien sabe leer y escribir -terminaba asegurando- está capacitado para estudiar cualquier carrera.
     Siendo tan costoso el mantenimiento de las universidades, y tan dudosa la calidad de sus frutos, ¿no sería preferible cerrarlas por unos años, y dedicar lo que se ahorre a mejorar la enseñanza media?

Barlovento Maciñeira   




     

6 comentarios:

  1. A mi parecer los factores que más inciden en el exito o fracaso del estudiante podrian ser: la situación laboral, la dedicación y motivación por los estudios;las becas de estudios, las condiciones de acceso a la titulación y como no,la preparación académica previa. Pongamos también el rendimiento académico que se consigue en los primeros semestres de estudio en la universidad. Analizar los resultados obtenidos y propuestas para mejorar las intervenciones y los servicios de apoyo para los estudiantes.
    Otra y creo que está es la más perjudicial es que la universidad se ha entregado a los financieros que han convertido la universidad en un negocio.
    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  2. Muy probablemente estás en lo cierto, E.P., y todo ese cúmulo de factores da el resultado tan lamentable que conocemos. Por lo que se refiere a la Complutense, no parece que la cosa vaya a mejorar con el nuevo rector.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  3. Es genial. Supongo que el siguiente paso será cerrar los centros de enseñanzas medias y dedicar lo que se ahorre a educación infantil.

    ResponderEliminar
  4. Puedo decirte, Martha, que la distinción que se concede a mi blog me llena de satisfacción y orgullo, por venir de quien viene. Sigo tu blog desde hace tiempo, y me parece un sueño llegar a tener uno así.
    Te quedo enormemente agradecido por tu elogio.
    Recibe, por todo ello, mi más cordial saludo.

    ResponderEliminar
  5. Una de las primeras decisiones que tomó Zapatero fue derogar la Ley de Reforma Educativa que había elaborado el PP. Desde entonces, prácticamente el mayor empeño del Ejecutivo ha sido imponer una asignatura: Educación para la Ciudadanía.
    Con ese bagaje, los datos comparados sobre el número de estudiantes y sus resultados académicos entre todos los países de la OCDE no deberían extrañar a nadie.
    Que España esté a la cola en todos los indicadores, por debajo de la media de la UE y de todos los países importantes del mundo, no debería sorprender.

    Es ya una triste tradición que la política educativa española reciba un suspenso con cada informe anual de la OCDE o el que emite PISA.

    En 1993 un niño de 14 años que se sacaba la E.G.B. cuyo título era el graduado escolar, salía con una formación suficiente equivalente o superior a un 4º de secundaria donde algunos alumnos de 16 años se encuentran en la dificultad de no saber despejar la incógnita de una ecuación de primer grado.

    ResponderEliminar
  6. Lo que aportas en tu comentario son datos objetivos, Natalia, que no admiten refutación alguna. Puedo decirte que, entre los graves problemas que afectan a esta España nuestra -que son muchos-, uno de los primeros, por su trágica importancia, es el de la enseñanza. Y la razón es muy simple: todo o casi todo, para bien o para mal, depende de ella.
    Gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar