Barlovento Maciñeira
El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.
Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.
Fernando Lago
miércoles, 9 de mayo de 2012
Ciscar
Barlovento Maciñeira
¡Genial, don Lajo!
ResponderEliminar¡Ay!, los Infantes de Aragón, ¿qué se fizieron? ¿Qué fue de tanto galán?...
Un saludo muy cordial.
¡Ja-ja-ja-ja-já! ¡No hay que exagerar, amigo Antonio!
EliminarEstos enfermos de vanidad, que hoy ocupan puestos relevantes en el marco de la política, pasarán, y no hallarán un Manrique que les cante su efímera gloria.
Felicidades por el primer aniversario del blog.
Un cordialísimo saludo.
Hola, Chinto y hola, Lajo Demos!
ResponderEliminarBreve, sucinto, mordaz..
Efectivamente, yo veo a muchos políticos que, incapaces de gobernar y menos como hombres honrados, nadan contra corriente, contra la absorción implacable que ejerce sobre ellos el sumidero de que hablas. Al final, le perro va a levantar la patita, en algún camposanto, para dejar allí su cagada, las gracias que algunos merecen.
Un cordial saludo
Como se canta en una de nuestras zarzuelas más populares, ¡ni los rabos quedarán de la sociedad! Lo peor de todo, amigo Xesús, es que, a la mayor parte de estos políticos mediocres, los ciega la vanidad, y creen, en su ceguera, que serán recordados por sus vidas ejemplares.
EliminarUn cordial saludo.
¡Ey Amigos!
ResponderEliminarGraciosillos Estamos Hoy!
¡Pues Que Siga la Juerga e Començemos a Pandeirar ¡ Que la Vida es Harto Triste sin ORUJO QUE CATAR!
Si Ciscar es "Hacer CISCO"
(Que es Carbón, Pulverizar,
Y en Otra Acepción "Me CISCO"
Significa "IR A CAGAR"
Mala Ocurrencia Tu Nombre
De Profético SONAR...
¿Y Aún Habrá Quien se Asombre,
Del DELITO DE "NOMBRAR"?
¡Servido Va el Pobre Hombre!
Porque No Puede Ocultar,
NI ORIGEN, Que ES "CHIPRE-ANO"
y No Payés VALENÇIANO
Ni Su REal Vocación
Cual se le Sueler ESCUCHAR
Pues Confunde BOCA Y ANO
¡Váyase al Campo a CISCAR
Que Hace Falta Algo de GÜANO
y Aluego, Póngase a ARAR!
¡Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajujaujuajuajuajuaa!
ORUJAZO ALEGRE Y ¡¡RIAU RIAU!!
¡Ja-ja-ja-ja-já! Una vez más, amigo Old Nick, vuestro comentario en verso viene a completar, con clara expresión quevedesca, el significado de lo comentado. Ignoro si Lajo Demos pensaba, al escribir sus versos, en la acepción de "ciscar" que apuntáis; ahí queda, para quien los lea, vuestra ocurrente sugerencia.
EliminarBrindis orujero, cordial abrazo y sonoro ¡¡RIAU RIAU!!
Cipriá murió y se ha reencarnado en el niñato bizco de Compromís...
ResponderEliminarO es que te crees que líderes de "semejante talla" se forjan en un día.
Viendo la cabellera que en sus días de gloria lucía Ciscar, no podía negarse, Candela, que su reencarnación sería "permanente".
EliminarEl paso del tiempo sepultara a todos ellos,Pues su mediocridad es su tumba.un saludo.
ResponderEliminarAlguno, excepcionalmente destacado por su ineptitud, tendrá su estatua en un parque, amigo Agustín, como reconocido homenaje a la inutilidad. Zapatero en bronce, a cuatro patas sobre un pedestal de mármol, es el primer candidato a esa pobre inmortalidad.
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