El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

martes, 17 de enero de 2012

En la hora del adiós




         Para muchos pigmeos de la política de izquierdas, que ni con zancos le llegarían a la cintura, Manuel Fraga representa lo peor del franquismo, lo más deleznable de ese franquismo en que, sin embargo, se educaron tales enanos.
    Los nacionalistas liliputienses de diverso signo político, enemigos declarados de la democracia en que medran sin pudor, abominan del gigante franquista que contribuyó a su implantación en España.


16 comentarios:

  1. Bueno bueno. No seré yo quien juzgue a Fraga en un sentido o en otro, pero él estaba "muy satisfecho de haber participado en la nueva Constitución" y él colaboró a la Transi y él estuvo en el café para todos. Y hasta hoy, o ayer, o hace poco.

    Yo no puedo loar a ninguno de los participantes. 'Compinches' para mí.

    Un saludo

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    1. No niego, amigo Carlos, los errores que, probablemente, cometió; lo que afirmo es que sería injusto no reconocerle sus aciertos. ¿Que la Constitución tiene fallos? Indudablemente. Pero esos fallos los vemos hoy, no se vieron entonces. Creo que a Fraga no puede negársele la honradez con que se movió a lo largo de su vida. ¿Tuvo equivocaciones? No seré yo quien no las vea.
      Un cordial saludo.

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  2. Tío Chinto...

    Algunos siguen anclados en Febrero del 36, con sus arengas y sus amenazas e insultos... en nombre de la Democracia del Frente Popular, que ya sabemos todos lo que era.

    Lo asombroso es que no se les caiga a más de uno la cara de vergüenza.

    En cuanto a Manuel Fraga... bueno... opino como Ocón: Él estuvo en el "café para todos" y eso, con el tiempo, ha demostrado ser un error garrafal. Uno de esos que pagaremos todos.

    Un abrazo.

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    1. Creo que aciertas, amigo Herep, al decir que el "café para todos", con el tiempo, ha demostrado ser un error garrafal. Es algo que vemos hoy; pero, entonces, no se cayó en ello. Lo estamos pagando tan caro que la reforma constitucional se hace imprescindible.
      Con respecto a los anclados en febrero del 36, está casi todo dicho.
      Como siempre, un cordial abrazo, Herep.

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  3. Odio la Transición porque fué un camelo, pero hoy he leido en el blog de Lobo una definición de Fraga muy acertada: No era un mercader de la política, y eso ya es más de lo que pueden decir muchos.

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    1. Pienso que, con todos sus errores -que no debieron ser pocos- fue un hombre honrado que no se valió de la política para el medro personal. E, indudablemente, tuvo sus aciertos.
      Un cordial saludo.

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  4. PAZ A LOS MUERTOS.-Como ya dejé Dicho en Mi Casa-, SI ES QUE LA GENTUZA MISERABLE Y VENGATIVA, LE DEJA y de Paso NOS DEJA A TODOS...
    Sea Como Sea.
    Una Cosa Está Clara.
    Con Fraga, Acaba una Época.
    Saludos Abrazo
    y
    ¡¡RIAU RIAU!!

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    1. Así es, amigo Old Nick. Para bien o para mal, con Fraga acaba una época, y durante muchos años, va a ser objeto de grandes amores y de grandes odios. ¡Como Franco!
      Abrazo cordial, brindis y ¡¡RIAU RIAU!!

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  5. Muchos de los que reprochaban a Fraga su pasado franquista son hijos, sobrinos o nietos de "camaradas" de Franco, de los que (discúlpame la expresión) se la "chupaban", así que no están legitimados para criticarle.

    Para mí era un tío con un par muy bien puesto, cosa que no se puede decir de muchos.

    Besos

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    1. Eso me parece a mí, María. Con sus aciertos y sus errores, no puede negarse que tenía madera de gran político. Y eso, en un país como el nuestro, no se perdona jamás.
      Besos.

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  6. Fraga demostro una intachable honradez,Y eso le redime de los posteriores errores cometido.en su vida politica.un saludo.

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    1. La honradez es algo, amigo Agustín, que nadie, en su sano juicio, podrá negarle. Como tampoco se podrán ocultar sus errores. ¡Ni sus aciertos!
      Un cordial saludo.

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  7. Los demócratas y humanistas hicieron una quedada para brindar con champan por la muerte de una persona, gracias a la cual pudieron hacerlo.
    Saluditos.

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    1. Brindaron por la muerte de Franco, brindan por la de Fraga y brindarán por la de Aznar. Hijos de la gran puta los ha habido, los hay y los habrá en todo momento.
      Un cordial saludito, amigo Zorrete.

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  8. Desde la hipocresía de los que hasta el último instante le ponían a parir y a su muerte loan, hasta la gentuza que brinda por ella sin pudor, hay varios tipos de miseria moral.

    Sin duda, ni fue un santo ni mucho menos un monstruo, pero no me cabe duda de que en cada momento creyó hacer lo que más convenía, no a él sino a España, y eso es bastante más de lo que muchos mediocres y gentecillas varias podrán nunca decir.

    Que Dios se lo recompense.

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  9. Todas estas gentecillas de medio pelo que, desde el mundo político o desde fuera de él, le dedican tan duras palabras, más ganarían, Maribeluca, si lo tuvieran por modelo, al menos como ser humano. Pero, indudablemente, entraña menos dificultad poner a parir al grande que imitarlo. No hablo ya de esos seres antropomorfos que han brindado por su muerte, porque tal acción sólo merece la más dura de las repulsas. Vivimos en una triste nación que desprecia, desde siempre, a sus gentes más valiosas. Y conste, Maribeluca, que, al igual que tú, no creo que fuera un santo. Pero estaba muy por encima -con sus errores y todo- de la inmensa mayoría de los políticos que todos conocemos.

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