El Gobierno de Felipe González, apoyado por un partido con mayoría absoluta en el Parlamento, destruyó uno de los pilares -tal vez, el fundamental- que sostenían nuestra naciente democracia. Corría el año 1985. Alfonso Guerra se ufanaba de ello, con vergonzosas palabras: "Montesquieu ha muerto."
Veintisiete años después, el Gobierno de Mariano Rajoy pretende que la separación de poderes vuelva a ser un hecho. Pero el Partido Socialista, tradicional enemigo de la democracia, ha puesto el grito en el cielo. El asesino de Montesquieu se sienta en el Congreso, junto a los etarras que le deben el escaño.
Barlovento Maciñeira
Tienes muchísima razón, ahora veremos si algún día se les puede expulsar del Congreso (y a qué precio, claro).
ResponderEliminarBesos
Pienso, María, que habría que expulsar del Congreso a cualquier partido que diera claras muestras de no ser democrático. Hay unos cuantos. Y eso, expulsarlos, va a ser muy difícil.
EliminarBesos.
Estuvo bien la respuesta de Rajoy, corta y concreta, les escucho pero manda el votante.
ResponderEliminarQue se vayan haciendo a la idea de que un gobierno actua de forma delegada y si tiene mayoría absoluta, no se debe a otros partidos. Y menos para reponer leyes que nunca debieron quitarse. Una cosa es gobernar para todos y otra renunciar a los propios principios, Rajoy llevaba estos cambios en su programa electoral, se ve que al pueblo debieron gustarle dichos cambios.
No hay duda de que estás en lo cierto, Candela. Si la mayoría absoluta le sirvió al PSOE para cometer auténticas barbaridades, ha de servirle al Partido Popular para volver al camino de la cordura. En ese sentido, Mariano Rajoy cuenta con mi aplauso.
EliminarQue se jeringuen, se les terminó el mangoneo.
ResponderEliminarHay que ver lo resultón que ha quedado en los papeles el Mister X del morramen y el puro con lo bicho que era-es, claro que casi cualquiera parece Churchill al lado del iluminado sonriente.
Uno vuelve la cabeza, mira hacia atrás, y no acaba de creerse, Maribeluca, que durante ocho años hayamos estado gobernados -mal gobernados- por un inepto de tomo y lomo. Un tiene la impresión de que ha vivido en un sueño desagradable. Y lo terrible es que muchos quieran, todavía, volver a aquella situación tan desdichada.
EliminarHace Veintisiete Años
ResponderEliminar(O Quizá Unos Pocos Más,
Teniendo en Cuenta los Daños),
Que Empezó la Cuenta Atrás,
Cuando POr Una TRAMPONA,
A la que Nadie se Opuso,
La JUSTICIA en Brete PUSO,
el de la CARA DE MONA.
Es EXtraño y Milagroso
Que el Al-Caldón Misterioso
Tome Tal Inicitiva...
¿Será una Nueva OPTATIVA?
Las Pruebas, ya las Veremos
Más Milagros, No Esperemos...
Lo De Siempre, Amigos, POr no Repetir-
y
¡¡RIAU RIAU!!
Sorprender, lo que se dice sorprender, nos ha sorprendido a muchos el "gallardo grande". Daré por muy bueno, amigo Old Nick, que siga sorprendiéndome, si, con ello, la Justicia vuelve a ser cosa de los jueces. Ojalá la desmesura de sus obras, como Alcalde, se transforme, ahora que es Ministro de Justicia, en colosales logros que mejoren nuestra pobre democracia.
EliminarBrindo por ello, por el perfeccionamiento de nuestra democracia, con un buen orujo, un gran abrazo y el ¡¡RIAU RIAU!! de siempre.
Son hermanos de armas, Tío Chinto... compañeros de viaje y de chatines de vino... buenos camaradas de cuando luchaban contra el franquismo (?)... o la Democracia.
ResponderEliminarTotal, ellos quieren el Poder y lo demás, estorba.
Esperemos que la Reforma (así con mayúsculas) no se quede en agua de borrajas y veamos desfilar a toda la chusma "caminito de Jeréz", como diría aquel ilustre compinche del Monstruo.
Un abrazo.
Así sea, amigo Herep. Me gusta lo de hermanos de armas. Lo son, sin duda, cosa que cada día se ve con mayor claridad. Si algún día emprende el "caminito de Jerez" toda esa chusma, se colapsarán las carreteras, y la importante ciudad gaditana dejará de ser conocida por sus vinos.
EliminarUn cordial abrazo.