Allá por 1985, el Gobierno del Partido Socialista colocó una carga de dinamita en el pilar de la división de poderes, y nuestra débil democracia se vino abajo.
El partido político que atentó contra ella, ¿puede ser considerado democrático? Si la pocilga es el lugar adecuado para el cerdo, ¿debe seguir, en el Congreso de los Diputados, un partido político que, con su conducta, se declara enemigo de la democracia?
La democracia no puede existir con partidos políticos que no creen en ella.
Barlovento Maciñeira
Gimnasia Con Magnesia,
ResponderEliminarVelocidad y Tocino,
Memoria sin Amnesia,
Aseado Gorrino.
Mezclar los Antagónicos,
es Costumbre de Idiotas,
Si se Ignoran las Notas
de Terroristas Crónicos...
Las Leyes Adefesias
ya las Saltaba Iglesias...
De Donde se Deduce sin Esfuerzo,
Que Este Sistema, Siempre Fue Mastuerzo
Y para Más Desgracia
se le Sigue llamando Democracia...
Si Existiera CORDURA y DECENCIA, Los PARTIDOS REVOLUCIONARIOS QUE NUNCA OCULTARON SUS INTENCIONES DE HACERSE CON EL PODER,Hace Decenios que HUBIERA DEBIDO ESTAR PROSCRITOS.
Luego si Aún EXISTEN, Habría que Preguntarse SERIAMENTE ¿Quién y Por y Para Qué Los PERMITE Y APOYA?
El Protocolo de Costumbre Amigos
y
¡¡RIAU RIAU!!
Esa es, amigo Old Nick, una de las grandes burlas que se hacen a nuestra pobre democracia. La existencia de partidos revolucionarios en el Parlamento -son unos cuantos- pervierte todo el sentido de esta democracia que padecemos. ¿Solución? Indudablemente, la que apuntáis, amigo mío, su proscripción. ¡Pero a ver quién tiene la narices necesarias para llevarla a cabo!
EliminarEntre tanto, conformémonos con un cordial abrazo, con un buen brindis y con un alegre ¡¡RIAU RIAU!!
Lógica aplastante e incontestable, Don Barlovento.
ResponderEliminarDe la que anduvieron tan escasos, Maribeluca, algunos de nuestros padres de la patria, y de la que carecen muchos de nuestros políticos actuales.
Eliminar¿Alguien cree en la Democracia en este país, Don Barlovento?
ResponderEliminarPero de verdad... a pies puntillas... no como los feligreses Pablo Iglesias.
¿Hay alguien ahí?
Cabe pensar, amigo Herep, que, si alguien cree en ella, desde luego no se encuentra en un escaño del Congreso. ¡Muy triste y muy lamentable.
EliminarUn cordial abrazo.
Lo realmente grave del asunto,es que siguen instalados en la aniquilación de la separación de poderes y en pisotear la independencia judicuial.
ResponderEliminarLa airada reacción de los socialistas ante las reformas anunciadas en Justicia y e nla elección de los miembros del CGPJ, denota que el totalitarismo sigue impregnando al PSOE en todas y cada una de sus capas y que detestan -por encima de todas las cosas- la libertad y la separación de los poderes que conforman un estado de Derecho.
Claro como el agua cristalina, Natalia. Pues, aún así, hay quienes no quieren verlo, cegados por su sectarismo. Bastaría con que leyesen los textos que dejaron escritos muchos de sus dirigentes del pasado, para convencerse del carácter nada democrático de ese partido político. Pero ya sabemos que no hay peor ciego...
Eliminar¿A que sí?
ResponderEliminarEso es lo que yo me pregunto muchas veces, el socialismo es incompatible con la democracia y a la vista está ¿Qué puñetas pintan en un Parlamento?
Los propios políticos -los llamados padres de la patria- no supieron o no quisieron, Candela, dotar, a nuestra enferma democracia, de los recursos que le permitieran hacer frente a sus muchos enemigos. En el Parlamento están, para nuestra desgracia, muchos enemigos del régimen democrático. ¡Para ... y no mear ni gota!
EliminarSi son socialistas no pueden ser democráticos, es de cajón. Lo que es un asco, pero al tiempo demuestra que la democracia es el menos malo de los sistemas de organización social. Pero con estos siempre in-vigilando.
ResponderEliminarSaluditos.
Nuestra mediocre democracia va a trancas y barrancas, sin que nadie se ocupe de cambiarle las cuatro ruedas, que tienen más de cuadrado que de círculo. Y así vamos, amigo Zorrete, en un viaje agotador, lleno de sobresaltos, sin saber muy a bien a dónde nos dirigimos.
EliminarUn cordial saludito.