El primer Curiosity

         Es propio del hombre alardear de sus conquistas, y evitar, en la medida de lo posible, que se conozcan sus derrotas. A lo largo de los últimos días, hemos visto como la NASA hace ostentación de su más importante logro en la carrera espacial. Ciertamente, la llegada a Marte del artilugio Curiosity es una hazaña de tal envergadura que la NASA tendría motivos para tirar cohetes. Pero ya sabemos que, en casa de herrero, cuchillo de palo. Sin embargo, la NASA guarda un silencio sepulcral sobre lo que constituye, hasta la fecha, su mayor fracaso.

     El 16 de noviembre del año 2010, la NASA lanzó su primer Curiosity. Pero, apuntando a Marte, erró el disparo, y Curiosity entró por una ventana de la sede central del Partido Socialista Obrero Español. Los vecinos de la calle Ferraz que lo vieron entrar pensaron, alarmados, que los marcianos estaban invadiendo la tierra. Y los científicos de la NASA, desconocedores del punto preciso en que se hallaba el artilugio, empezaron a recibir la información que les enviaba. El muy locuaz Curiosity les hablaba, con toda clase de detalles, de los GAL, y del caso Faisán, y de Interligare... Lo más lamentable de todo fue que el fontanero Alfredo Pérez, que se encontraba aquel domingo reparando la cisterna de un retrete, la emprendió a martillazos con Curiosity, hasta convertirlo en chatarra, justo en el momento en que empezaba a dar información del 11M.

Lajo Demos