El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

martes, 5 de junio de 2012

Dos ciudades




          Los gallegos tenemos hoy motivos para estar contentos. Al menos, en lo que al deporte se refiere. El Deportivo de La Coruña y el Celta de Vigo vuelven a la primera división de la liga del fútbol español. Pero, como quiera que algunos jugadores del Celta tuvieron un comportamiento grosero con los aficionados coruñeses, puedo decir que en toda tierra de garbanzos cuecen habas, y que uno de los momentos más bochornosos de mi vida lo sufrí, hace algunos años en Valladolid, con ocasión de un partido de liga que iba a jugar el Deportivo en aquella ciudad. Eran las doce de la mañana de aquel domingo, cuando llegaron, a la plaza Mayor, varios autocares, venidos de La Coruña, con jóvenes deportivistas que, en cuanto echaron pie a tierra, comenzaron a corear su infame grito de guerra: "Somos los mejores, y todos los vigueses nos tocan los cojones". Sentí vergüenza ajena, adivinando lo que, con razón, podrían estar pensando los vallisoletanos que se hallaban en la plaza. ¿Es que, aquella tarde, el Deportivo no iba a medirse con el Valladolid? ¿Iba a enfrentarse, acaso, con el Celta de Vigo?
     No acepto el torpe enfrentamiento entre las dos ciudades gallegas -Vigo y La Coruña- que vaya más allá de la rivalidad deportiva. Como gallego y español, quiero una Galicia unida, dentro de una España unida. Eso es todo.

Barlovento Maciñeira

    

12 comentarios:

  1. Hola, Chinto:
    Hai anos que estou vacunado contra o fútbol.
    Se non funciona como deporte elegante, mal.
    ben está que ámbo-los dous equipos sobiran a primeira, pero as aficiós que aprendan a se respetaren.
    Unha aperta,

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    1. Me enrabieta, amigo Xesús, que estas dos importantes ciudades gallegas se lleven tan a matar. Ya sé que no es un caso único, ni muchísimo menos. Pero, siendo yo gallego, éste me molesta más que otros.
      Por lo que se refiere al fútbol, me río cuando oigo hablar de sus cualidades educadoras. No hay más que ver un partido para comprobar el grado de educación con que se tratan los equipos contendientes.
      Un cordial saludo.

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  2. Los sueños del fútbol provocan monstruos, Tío Chinto.
    Las personas que nos parecen más racionales, se tornan bárbaros fanáticos cuando el balón echa a rodar.
    Es el destino.
    Podrán arrancarte los dineros de los bolsillos, pero que a nadie se le ocurre mentar al equipo de la región.
    Se juega el cuello.

    Un saludo, y felicidades por el ascenso.

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    1. La verdad es que llevo bastantes años alejado del mundo futbolístico. Suelo decir, amigo Herep, que iba a los campos de juego cuando a los aficionados no nos metían en jaulas. De todos modos, como gallego, me alegra mucho saber que el Celta y el Dépor vuelven a primera. Gracias por tu felicitación.
      Un cordial saludo.

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  3. Ya que mencionas Valladolid y viendo que no soy el único vacunado contra el futbol, felicitarte aunque creo que eso ha perjudicado a mis paisanos.
    El otro día jugaban contra el Guadalajara, perdieron creo. Las hordas ocupaban la plaza mayor y bares aledaños impidiéndome tomar un bocata de calamares donde tengo por costumbre. Soportable hasta que, horror, vi que las peñas de titulaban de ALKARREÑOS. País.

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    1. Agradezco tu felicitación, amigo Paco, y siento que el triunfo de los dos equipos gallegos haya sido a costa del Valladolid.
      Por cierto, recuerdo haber comido aquel día, a base de raciones de calidad, en un bar situado en la misma Plaza Mayor, que pudiera ser ese en que acostumbras a tomar tu de calamares.
      Un cordial saludo.

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  4. Puede que esto entre dentro de la típica rivalidad entre ciudades vecinas. Lo que ocurre es que si se llega a determinados extremos es desagradable e incluso algo contra-natura. Por suerte, no representan al total de los habitantes de ambas ciudades.

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    1. Es tal como dices, Candela. La Coruña y Vigo son ciudades "enemigas", de toda la vida, y los enfrentamientos entre sus respectivos equipos de fútbol vienen a ser la expresión de la batalla campal a la que, en otras circunstancias, se entregarían vigueses y coruñeses. ¡Del mal, el menor!

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  5. En algunas cosas es que no salimos de la "tribu",aunque eso pasa en todas partes del orbe, pero enhorabuena en el aspecto deportivo.

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    1. Somos un pouquiño animaliños, Maribeluca. Nuestro hermano el simio se encuentra a la vuelta de la esquina.
      Puede que, en esto al menos, deba considerarme atípico, toda vez que me alegran, por igual, el ascenso del Dépor y el del Celta. Es más, puedo decirte que, hace bastantes años, estando el Dépor en segunda, yo era seguidor del Celta.
      ¡Gracias por tu enhorabuena!

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  6. Tio Chinto,La maxima de siempre divide y vencera,De eso se trata la historia de la humanidad.Los que estan arriba se frotan las manos de alegria,un saludo.

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    1. Siempre ha sido así, efectivamente, amigo Agustín. El poder ejerce más fácilmente su autoridad, cuando debajo tiene un pueblo dividido.
      Un cordial saludo.

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