Sr. Don Alfredo Pérez:
La paciencia tiene un límite. No le consiento más insultos. Lleva usted muchos años tomándome por gilipollas. ¡Hasta aquí hemos llegado! Sus últimas palabras, pronunciadas desde la posición privilegiada que ocupa, han colmado el vaso. Me las ha tirado a la cara, con absoluto desprecio. "Seis millones de dramas -me ha dicho- son producto de la reforma laboral del Gobierno." Le exijo que no vuelva a llamarme retrasado mental, porque, de lo contrario, me veré obligado a mandarlo a tomar por el culo.
Atentamente,
Lajo Demos
El señor Pérez ha caído en una especie de verborrea traumática. Habla, habla, habla, pero n o tiene memoria de todo lo que han hecho por destruir empleo y por envilecer el país, acabar con la familia o en sentar las bases para que los fetos puedan ser convertidos en carne picada para hamburguesas.
ResponderEliminarUn saludo,
Xesús
Hubo un tiempo, amigo Xesús, en que me costaba aceptar que un individuo como Zapatero pudiera ser un enfermo mental, en alguna de sus variantes. Hoy me cuesta menos admitir que hasta Rubalcaba puede serlo. Y, cuando veo la incapacidad que muestra cualquier militante socialista para decir la verdad, pienso que es todo un partido político el que se encuentra enfermo.
EliminarUn cordial saludo.
hola, Tío Chinto, sigues en forma, bravo. Coincidimos hoy en destinatario de nuestra carta
ResponderEliminarsaludos blogueros
Es una feliz coincidencia, amigo José Antonio, aunque sea desdichado el personaje que la motiva.
EliminarUn cordial saludo bloguero.
Ese o se ha demenciado o es más hijop... de lo que yo pensada. O sea que, además de cornudos, apaleados.
ResponderEliminarEmpiezo a pensar, amiga Candela, que se trata de eso, precisamente, de un enfermo mental. No ve la realidad ambiental que lo rodea. Y, para mayor desgracia suya, vive en la inmensa mentira que se ha creado. ¡Quizá sea eso la locura!
EliminarNo sólo son los años que lleva, lo peor es los que le quedan, este está como el conejito de Duracell.
ResponderEliminarBesos
Me pregunto, María, si su enfermizo afán de poder encontrará, cuando su partido pierda Andalucía, la oposición de alguien que le haga frente.
EliminarBesos.
Menudo pedazo de Cabron es el tal Alfredo Perez,Este Imbecil nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino,Sabe que te digo so Borrico,Vete a la mismisima mierda tu y toda tu parentela,un saludo Tio Chinto y perdoneme mi colerica indignacion,A traves de de estos Improperios.
ResponderEliminarTu colérica indignación está más que justificada, amigo Agustín. Ese individuo repulsivo provoca en mí, nada más verlo por televisión, tal rabia que, de ser posible, le arrearía un buen par de hostias.
EliminarUn cordial saludo.
QUE SE LO LLEVEN YA AL BANQUILLO, POR TODA SU TRAYECTORIA DE CONSPIRADOR INTRIGANTE Y MALALECHERO Y DESPUÉS QUE SE VAYA A CONTARLE CHISTES Y ESPANTARLE MOSCAS AL BUEN ASMODEO, SU PATRÓN.
ResponderEliminar¡FUERA LOS PEREZ-RODRIGUEZ-GONZALEZ-GUERRAS Y OTROS REPTILES Y LOS SOCIOS DEL OTRO"PARTÍO", LO MISMO!
El Protocolo Acostumbrado, AMIGOS.
Que Por lo Menos El RON o el ORUXO No Falten, Porque la DECENCIA Está en Baja.
Un Cordial Abrazo
y
un Combativo
¡¡RIAU RIAU!!
Empiezo a pensar, amigo Old Nick, que el acomodo definitivo de tan nefasto individuo está en un hospital psiquiátrico. Creo que su comportamiento -ajeno a la realidad- responde a una clara enfermedad mental, del tipo que sea. Yo le daría, de buena gana, un par de hostias, y, seguramente, quedaría con la sensación de haberle sacudido a un infeliz.
EliminarBrindis, cordial abrazo y ¡¡RIAU RIAU!!, en el orden que vos queráis.
Tío Chinto,
ResponderEliminarEl susodicho Alfredo P. no se dará ppor aludido. Lleva tanto tiempo abducido por la mentira y la falsedad, que ya no distingue lo real de lo irreal.
Y si lo distinguiera, se confirmaría una sencilla pero clara teoría: es malo, diabólico, demoníaco todo él.
Un abrazo.
Ahí quería yo llegar, amigo Herep. Ese pobre desgraciado, tal vez no sea más que un pobre enfermo mental incapaz de ver la realidad tal cual es. Siendo tan malvado, si no pasa de loco, su lugar está en un hospital psiquiátrico, más que en un penal. Otra cosa será, si, como dices, distingue la realidad.
EliminarUn cordial abrazo.